Cani espera volver pronto a los rectángulos de juego, aunque no lo tiene nada claro. :: EFE
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Cani: «Me puede caer más de un partido de sanción porque juego en el Villarreal»

El centrocampista reconoce que no estuvo afortunado al lanzar la botella de agua, pero asegura que Mourinho buscó la provocación

VILLARREAL (CASTELLÓN). Actualizado: Guardar
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Todavía colea el enfrentamiento entre el banquillo del Villarreal y José Mourinho tras celebrar el técnico madridista el gol de Kaká a los amarillos en el Bernabéu. De esta manera, Cani, que lanzó en ese momento una botella de agua al entrenador luso (sin que llegara a impactar en él) al considerar que dicha reacción era una provocación, apuntó ayer que espera más de un partido de sanción porque, en su opinión, su club no tiene el peso de otros.

«Fue una tontería y debería ser más una anécdota que una noticia. Lo que pasa es que somos el Villarreal y puede que por eso me caiga más de un partido, ya que no tenemos el peso de otros equipos», explicó el futbolista aragonés.

Asimismo, el futbolista formado en las filas del Zaragoza aseveró: «Reconozco que no debí haberle lanzado nada, pero, si sirve, he de decir que no lo hice con la intención de agredirlo, sino con la idea de que se marchara de allí para que supiera que no nos parecía bien lo que estaba haciendo y que ese no era su sitio».

Distinto rasero

Además, el centrocampista del Villarreal recordó que es curioso que el árbitro expulsara al entrenador de su equipo, Juan Carlos Garrido. «Salió del área técnica dos pasos y levantó los brazos, mientras que Mourinho estaba haciendo eso, pero multiplicado por mil, y ni le amonesta. Sin lugar a dudas, la vara de medir es diferente. Al técnico que invade el área rival, no le pasa nada, y a nosotros eso nos supone dos tarjetas rojas», añadió.

Seguidamente, Cani recalcó: «Cuando llegó el cuarto gol y vino allí a nuestro banquillo a celebrarlo Mourinho, aunque luego parece que iba a celebrarlo con no sé quién, a mí me pareció en ese momento que venía a reirse de nosotros y que estaba haciendo algo que no debía hacer».

En última instancia, el futbolista formado en el Zaragoza reconoció que la labor de los árbitros es complicada y que lo tienen muy difícil en el Bernabéu. «Digamos que si lo que sucede pasa al revés, hoy sería una locura. Pero como ha caído de este lado, se olvida, se pasa página y no pasa nada», sentenció.