El encuentro ante Osasuna supuso un antes y un después para el xerecismo. :: LA VOZ
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El año que el xerecismo maduró

El Xerez cierra un 2010 marcado por la Ley Concursal y el regreso a SegundaEl conjunto azulino ha sumado 55 puntos en estos 365 días, casi el 50% de los disputados en Primera y en Segunda

JEREZ. Actualizado: Guardar
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2010 toca a su fin. El año en el que el Xerez se acercó al milagro de la permanencia en la Primera División, que rozó la gloria y cayó a los infiernos, que entró en su vida la Ley Concursal y regresó a Segunda toca a su fin. Unos 365 días marcados por la crisis, por la irregularidad y por la ilusión, la de una grada que no dejó, ni ha dejado, de apoyar a su equipo a pesar de los pesares. Doce meses donde el Xerez ha vivido de todo, bueno y malo, en lo deportivo y en lo institucional. Doce meses donde, por encima de todo, el xerecismo ha madurado. Y es que el descenso de categoría no ha impedido que en la presente temporada Chapín supere los 11.000 aficionados de media por partido. Un dato bastante inspirador, pero que acompaña a que el Xerez, un año más, ha vuelto a realizar un gran año.

El conjunto azulino ha jugador 40 partidos desde que el 3 de enero se enfrentara al Almería en los Juegos del Mediterráneo. Desde entonces, el Deportivo ha sumado 55 puntos, cinco menos que en 2009 y ocho menos que en 2008. Con 59 goles a favor y 62 en contra, teniendo en cuenta que tan solo ha dejado de marcar en siete encuentros -cinco en Primera División y dos en Segunda-, el año deportivo, que acabó el viernes 17 de diciembre con victoria, ha estado marcado por la irregularidad.

Enero comenzó con ilusión y algo de desconfianza. Cuco Ziganda fue destituido, Antonio Poyatos empató en Zaragoza y llegó Pipo Gorosito. El argentino se sumó a la llegada de los Souza, Mattos y Lussenhoff y lo hizo logrando la segunda victoria del Xerez en Primera, aunque sin muchos cambios. Habría que esperar mucho para el despertar, ya que febrero deparó un clima aún más difícil en lo deportivo. Cinco puntos en nueve partidos hundían al Xerez, aunque la fe del argentino podía con todo. Tanto, que en marzo le dio la vuelta a la tortilla. La remontada ante el Málaga en La Rosaleda abrió el camino a la ilusión. Tanto, que se golea al Valladolid en Chapín y se logra el empate en el Sánchez Pizjuán.

Pero el calendario no ayudaba al sueño del Xerez. Los cinco puntos logrados en abril daban a entender que se iba a sufrir, a pesar de vencer al Atleti en el Vicente Calderón. Ni el gol de Bermejo en el Nou Camp pudo parar lo imparable. Llegó el mes de la verdad. Un mayo caluroso, donde se ganó a rivales directos como el Almería o el Zaragoza, pero donde también se perdonó ante Racing y Getafe. El todo o nada en Pamplona, con una serpiente azulina cruzando el país por tierra y aire, fue la tumba del Xerez. El conjunto de Gorosito se ganó la simpatía de toda España, algo que no le impidió regresar a la división de plata entre lágrimas propias y ajenas.

Llegó el verano y con él la tensa situación institucional. Souza dio la espantada, Monterrubio, Rondán y Poyatos pasaron a la historia y dieron paso a los administradores concursales, Emilio Viqueira y Javi López. El desánimo generalizado por la ausencia de figuras como Gorosito, Francis, Momo, Carlos Calvo o Gioda se multiplicó por diez cuando en el estreno se cae goleado en casa. Septiembre levantó el ánimo xerecista, marcando un gran mes donde se sumaron nueve puntos. El equipo estaba en racha y las dudas de pretemporada se evaporaron, tanto, que ya algunos comparaban este Xerez con el de Esteban Vigo.

Fue demasiado impulsivo, ya que octubre bajó los humos al Deportivo con seis puntos sumados en cinco partidos y doce goles encajados, más de dos por encuentro. No mejoró mucho la situación en noviembre. El otoño arrancó con caída, pero no de hojas, sino de brazos. Goleada encajada en Granada y primeros pitos en Chapín. Parecía que no funcionaba el primer proyecto de Viqueira, pero en esto del fútbol todo se arregla cuando entra la 'pelotita'. Cinco puntos sumados en cuatro partidos y el equipo reaccionó con la llegada del invierno. El presente mes de diciembre ha sido, sin duda, el mejor para el Xerez. Siete puntos en tres partidos, con dos victorias y un empate, han arrancado de nuevo la sonrisa a una afición que llega madura a 2011.