Antonio Martínez Ares presentó ayer su biografía de la mano de José Manuel Caballero. :: ANTONIO VÁZQUEZ
CÁDIZ

Dios en el Falla y humano en Santa María

La editorial Absalon presenta la biografía del autor gaditano, 'Entre lo divino y lo humano', escrita por el periodista José Manuel Caballero Martínez Ares desvela los detalles más íntimos de su trayectoria carnavalesca

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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Hasta las campanas de la iglesia de La Merced repicaban para dar la bienvenida al Niño que vio nacer. Fue el regreso de Antonio Martínez Ares al Carnaval, pero no lo hizo en el Falla, con un teatro a reventar, y una comparsa que presentar. Lo hizo en su barrio de Santa María, acompañado de sus amigos y con un libro 'divino y humano' al mismo tiempo. El autor más seguido de las últimas dos décadas ha querido desvelar los detalles más íntimos de toda su trayectoria carnavalesca en 400 páginas escritas por el periodista José Manuel Caballero, que como siempre no ha dejado indiferente a nadie. La imagen de la portada, donde el autor aparece como marioneta dirigida desde las alturas por un ángel dan muestra de que para Martínez Ares no existe censura alguna. También tienen cabida, a lo largo de los capítulos del libro, otros episodios polémicos como su relación con el director Ángel Subiela o algunos temas controvertidos tratados en sus comparsas como el pasodoble al Papa Juan Pablo II que marcó una época.

Por eso, el acto de presentación tampoco estuvo exento de morbo. Como maestro de ceremonias, y nunca mejor dicho, estuvo el coplero Antonio Martín, con quien Martínez Ares protagonizó decenas de batallas sobre las tablas. Sin embargo, allí estaba, al igual que otros ex componentes con los que rompió algún día, como Juan José Arauz, 'El Chupa', Rafael 'El Mejicano', Carli Brihuega y hasta el mismo Valdivia, que se dejaron ver entre el numeroso público que casi llenó el Centro de Arte Flamenco de La Merced.

El propio autor ironizada sobre la presencia de Martín. «¿Quién me iba a decir que yo iba a estar sentado hoy aquí con él con lo que he rajado?», confesaba, tras la introducción realizada por el poeta de la calle San Vicente donde le cantó el pasodoble que le dedicó con su comparsa hace unos años.

También quiso explicar el título de la obra: Entre lo divino y lo humano. «Se llama así no porque yo me sienta un Dios sino porque el concurso a veces hace que nos sentamos divos», puntualizó el protagonista de la noche, que a lo largo de su biografía llega a reconocer que en determinados momentos se quería echar a componentes del grupo por el simple hecho de ser feos, así como otros episodios que aparecen ilustrados por fotografías del autor desde que era pequeño hasta la actualidad.

Martínez Ares volvió ayer a sentirse zombie, músico callejero, soldado, pirata... Y autor de Carnaval.