Sociedad

Puestos a pedir

Cádiz Actualizado: Guardar
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Los '37 principales' le han pedido al agobiado presidente, un «ajuste más duro» si es que queremos evitar el rescate. Pasa con muchos náufragos: se llevan por delante, o más exactamente por lo hondo, a los que se ocupan de su salvamento. Hay que oír atentamente a estos distinguidos alarmados. No sólo eso: hay que escucharles, que no es lo mismo, si no queremos que por un oído no entren sus consejos y por el otro nos salgan. Conviene ser receptivos y tener las orejas avizoras. La clase empresarial y financiera española debe de saber más que las otras clases sociales, incluida la de los desclasados, del asunto. Los que creemos en las minorías influyentes, aunque en España nunca hayan sido dignas del pueblo, no podemos desdeñar sus consejos. Los empresarios y banqueros se muestran pródigos, por una vez, y regalan sus fórmulas. Los hay quienes ven la solución en revisar el llamado Estado de las autonomías y reducir el número de ayuntamientos. Otros creen que sería necesario disminuir los coches oficiales. Todos tienen razón que les sobra, pero lo único que podemos deducir es que nos falta dinero. Todo iría mejor si no sobrara para pagar nuestras deudas, así como nosotros no pagamos a nuestros deudores.

España es una unidad de destino en la contabilidad europea. Los ilustres huéspedes de la Moncloa, que se esfuerzan en establecer un cursillo de formación acelerada al señor presidente sobre el comportamiento de los mercados, le están leyendo la cartilla, pero olvidan que para entender las primeras letras conviene saber qué significan cuando se unen, si no queremos que sean «una arbitraria convención de símbolos».

Estamos en manos de quienes las tienen llenas. Debemos agradecer que las abran, aunque sólo sea para saludar el futuro. Hay que evitar el rescate, que pondría en peligro al euro, y un no andar discutiendo a ver quién lleva razón y se lleva la perra gorda.