La ansiedad de Cristiano Ronaldo afecta al Real Madrid. :: EFE
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Un inicio igualado, pero con sensaciones opuestas

Real Madrid y Barça mantienen el pulso en las primeras jornadas, aunque ofrecen imágenes muy diferentes

MADRID. Actualizado: Guardar
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Tras cinco jornadas de Liga la diferencia entre Real Madrid y Barcelona es de un punto a favor de los azulgrana. Pero la escasa ventaja en la clasificación esconde distintas sensaciones que existen en ambos conjuntos. Los blancos no convencen, desarrollan un juego plano y sin ideas basado en las individualidades y, paradójicamente, sin pegada. Sin embargo, no han perdido un encuentro. Los culé mantienen el estilo combinativo y creativo que impuso Pep Guardiola desde su llegada, pero las victorias cada vez son más sufridas y ajustadas. Esto invita a terceros espadas como Valencia, Atlético o Sevilla a luchar por el campeonato.

«Estamos más nerviosos y apresurados», comentó el director general del Madrid, Jorge Valdano tras el empate a cero ante el Levante. Cristiano Ronaldo es la imagen de esa ansiedad y precipitación. El extremo portugués sigue en el centro de todos los focos. Afronta cada jugada como si fuera la última. No es algo que no hiciese la temporada pasada. La diferencia radica en que este año no encuentra el gol. Las faltas que lanzó ante el Levante se estrellaron una tras otra en la barrera en una metáfora de lo que fue el partido y en lo que es este inicio de campeonato para los delanteros blancos.

Porque Ronaldo no es el único jugador errático. Higuaín atraviesa una de esas rachas negativas que secan a los arietes y les hacen perder confianza. De Benzema se siguen esperando noticias y el miedo a un nuevo caso Anelka aumenta en el Bernabéu. Ozil, el hombre clave para nutrir de balones a los de arriba y jugar entre líneas da muestras de una irregularidad y falta de liderazgo preocupante. Sólo Di María se salva del suspenso de los futbolistas de ataque gracias a su movilidad y desparpajo en la banda.

Solidez merengue

Falto de pegada, el Madrid se mantiene en lo alto de la tabla gracias a una defensa perfecta. Mourinho ha conseguido una solidez en la zaga difícil de recordar en Chamartín. Sólo un gol encajado en cinco partidos (seis si se incluye el choque de 'Champions' ante el Ajax) convierten al Madrid líder en esa faceta. Casillas apenas interviene, ya no es salvador.

Mourinho se basa en esa seguridad defensiva para mantener la tranquilidad, consciente de que los tantos acabarán por llegar. «Nuestros futbolistas garantizan un alto número de goles», aseguró el sábado. «La falta de gol en el Madrid es un accidente», reconoció Arbeloa. El vestuario trata de no obsesionarse con el asunto. Pero el problema es que las jornadas pasan y los blancos no han sacado provecho a un inicio de temporada asequible. Tropezó en el Ono Estadi y el Ciutat de Valencia. Por su parte, el Barça ha salido victorioso de dos feudos tradicionalmente complicados como el Calderón y San Mamés.

Los de Guardiola mantienen su estilo vistoso y armónico de los dos últimos años. Sólo han sufrido un revés, aunque muy serio frente al Hércules en el Camp Nou. Pero la sensación del equipo es la misma. Xavi e Iniesta manejan el balón con la misma exquisitez de siempre. Messi brilla cada día con más luz y cuando no está, el equipo también gana. Villa, sin estar a su mejor nivel, ya le ha dado varios puntos al Barça y nadie se acuerda de Ibrahimovic. Sin embargo, pese a ello, los azulgrana no son líderes y apenas sacan un punto a su eterno rival. Además, falta por ver cómo encaja Mascherano en el engranaje culé. La próxima prueba será el Rubin Kazán en la 'Champions', un equipo que ya le complicó la vida la pasada edición. También le cuesta más sacar los triunfos en Liga. Las victorias por media docena de goles del año del triplete pasaron a la historia. Por todo ello, el pulso entre Barça y Madrid se prevé, una vez más, ajustado.