Las obras del Tinte aíslan a los bares

Pasear por el callejón del Tinte, un cruce de tres caminos en pleno centro histórico de la ciudad, es desde mediados de junio una incomodidad. Las molestias causadas por las obras de saneamiento no sólo afectan a turistas y gaditanos cuyo paso por allí es obligado, sino también a los negocios de la zona.

Coffee The Capos Drink es uno de ellos, que se encuentra aislado por la presencia de un vallado que se levanta en su puerta.

Además, el paso por este callejón queda restringido desde las ocho de la mañana hasta las dos de la tarde, debido a la presencia de los trabajadores. Después, vuelven abrir parcialmente la vía, con un pavimento completamente levantado, que motiva el levantamiento del polvo que llega hasta las terrazas y que provoca las quejas de los clientes.

La prolongación de las obras, para continuar con el saneamiento del lugar, se extenderá en septiembre y octubre hasta la altura de la calle del Rosario, por un lado, y, por el otro, hasta la farmacia Alonso Barthe, junto a la plaza Mina. Precisamente aquí hay dos bares que serán parcialmente aislados al comenzar las obras, que ya les pisa los talones. Son el Piccola y el Mina Five. Éste contará con una pasarela que una el interior del establecimiento con la plaza, donde está su terraza y sus clientes, formados, en orden de importancia, por los visitantes que llegan en cruceros a Cádiz. El número de estos barcos casi doblegan al que se registra en la temporada alta. Para septiembre se prevé 41 y para octubre 43, frente a los 29 y 26 de julio y agosto, respectivamente.

Emilio, el jefe del negocio, reconoce que «estos meses son la época fuerte porque gano más con el público de los cruceros». Sin embargo, a pesar de que es consciente de que «todas las obras son perjudiciales, también tienen sus beneficios». Al finalizar, la fachada del Mina Five «quedará unida a la plaza, y eso será muy bueno, por ejemplo, para que puedan entrar y salir las personas discapacitadas».

Siguiendo el callejón del Tinte por el otro lado, está el pub irlandés O'Donnells. Las obras también está casi a la altura de su puerta, y para el mes entrante ya le habrá alcanzado. De momento, la presencia cercana de los trabajos de saneamiento «cada vez se está desplazando la terraza más a San Agustín y las mesas están más comprimidas». El público «se queja» y empiezan a confundirse «con las mesas, porque llega un punto que no se sabe cuáles son de nuestro bar y cuáles las de al lado».

«Para el turismo de la ciudad es un contratiempo», aunque, para Álvaro, «es preferible que se haga en verano porque nuestro negocio es más fuerte en invierno». A pesar de esto, la prolongación del saneamiento justo por delante de la puerta del pub, durante los meses de septiembre y octubre, supondrá un inconveniente para la actividad.

El encargado explica que «tenemos una clientela de lunes a viernes y después otra los fines de semana, formada básicamente por jóvenes que en su mayoría son extranjeros».

No sin razón, «aquí ponemos la música que les gusta a ellos, [a los extranjeros], e intentamos ofrecer algo diferente a lo que ofrece los otros pubs de Cádiz». «La obra puede eclipsarnos, ya que nos cogerá la puerta y nos afectará en una época fuerte para nosotros, porque empieza el curso y vienen los estudiantes extranjeros», asegura.

«Lo más preocupante es quizás que no nos vean, porque además no tenemos una fachada llamativa. Si encima te ponen una valla delante, pues difícilmente nos pueden ver». En cambio, Álvaro entiende que los inconvenientes son los mismos que los de cualquier otra obra. «Este tipo de trabajos siempre afecta y trae inconvenientes, pero no creo que cerremos. Simplemente nos podrán la típica pasarela», concluye.