ESPAÑA

del Gobierno

La falta de publicidad y la crisis económica robaron protagonismo al semestre de la UE, según el barómetro mensual del CIS

MADRID. Actualizado: Guardar
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Si el Gobierno escuchó el lunes las críticas de los europarlamentarios sobre su gestión de la presidencia comunitaria (cumbres fallidas o retrasos de las políticas para reducir su déficit), ayer tuvo que hacer lo propio con los ciudadanos españoles, quienes dieron un suspenso al semestre de Rodríguez Zapatero al frente de la Unión Europea (UE).

No se trató de un revolcón en toda regla, pero sí de un mensaje claro de que la Presidencia europea ha pasado con más pena que gloria. Siete de cada diez encuestados por el Centro de Investigaciones Sociológicos (CIS) creen que el Gobierno lo ha hecho «regular, mal o muy mal» de enero a junio, frente a un escaso 17% que opinó que lo hizo «bien o muy bien».

La razón de este suspenso, según el barómetro mensual del CIS, quizá no sea la gestión en sí misma de la presidencia comunitaria, sino más bien la falta de publicidad de las políticas desarrolladas en este periodo y, sobre todo, el impacto de la coyuntura económica interna, que ha robado protagonismo a un semestre del que el Ejecutivo esperaba mucho más.

Un dato elocuente que refleja la distancia con la que los españoles han vivido el semestre europeo es que cuatro de cada diez encuestados «desconocen» que su país ejerció el liderazgo de la UE. O no lo saben, o cuando se les pregunta si creen que fue el Gobierno español no aciertan.

Detrás de esta ignorancia podría encontrarse el alto porcentaje de encuestados (65%) que reconocen no haberse sentido informados sobre los asuntos relacionados con la UE.

Sentimiento

La encuesta del CIS, realizada entre el 2 y el 14 de junio a unas 2.500 personas, refleja que pese al débil sentimiento europeo de los ciudadanos (sólo el 34% se siente español y europeo), la mayoría considera que las decisiones que se toman en Bruselas afectan a su vida (78%) y otro porcentaje similar cree que las cosas nos hubiesen ido peor si no nos hubiéramos incorporado al seno comunitario con el Gobierno de Felipe González.

Pese ello, la mitad de los ciudadanos son pesimistas con respecta a la influencia de España en las decisiones de los Veintisiete, aunque el porcentaje se redujo de forma sustancial (20 puntos) con respecto a la encuesta que el CIS realizó el pasado diciembre, antes de el Gobierno asumiera la presidencia rotatoria.

La división de opiniones se equilibra cuando se les pregunta si creen que el Ejecutivo socialista defiende sus intereses en la UE (38% dice que no, 35% que regular y 25% que sí), y tres de cada cuatro contestan que la razón de esta situación es que España no tiene el peso de otras potencias comunitarias (Francia, Alemania o Italia).

La mitad de los ciudadanos cree que los problemas internos los debería solucionar el Gobierno y no Bruselas, y el mismo porcentaje asegura que dejaría que la Unión Europea se hiciera cargo de las políticas medioambientales, de exteriores y de seguridad y defensa.

Asimismo, la mayoría de los encuestados por el CIS son conscientes del papel de la UE en la crisis económica y financiera que ha asolado al mundo, y exigen al gobierno comunitario un mayor control económico y avanzar en los derechos civiles de los ciudadanos europeos.