ESTO SE ACABA

El Congreso de los Diputados empleó el día de ayer en jugar a la ruleta rusa. Al final, los recortes planteados, el 'Gran Plan' que debería arreglar nuestros problemas y sacarnos del pelotón europeo de los torpes, se aprobó por la mínima diferencia de un solo voto. Una gripe inoportuna y una humilde gastroenteritis habrían hundido al país en el desprestigio más absoluto. Zapatero salvó su cuello y nosotros, quizás, el bolsillo. ¿Se imaginan qué reacciones, internas y externas, habría provocado la derrota del Gobierno? No quiero ni pensarlo. Ya no sé qué es lo que tiene que suceder, ni qué grado de deterioro debemos alcanzar, para que Zapatero se entere de que su Gobierno no está capacitado para seguir gobernando. Tampoco sé qué nuevos acontecimientos y cuánto tiempo más debemos esperar para que el PP sea capaz de articular un programa alternativo, sencillo, coherente e ilusionante.

Zapatero juega a que los demás le resuelvan la crisis económica y eso le salve las elecciones. Rajoy juega a que la crisis dure un poco más y termine por hundir, ella sola, al Gobierno. Así nos va. Menos mal que CiU volvió a dar una lección de 'seny' y permitió la aprobación del plan. Claro que aseguró que ésta era la última vez que impedía el funcionamiento de la guillotina que apunta a Zapatero. Si escuchan a los socialistas oirán rumores de final de legislatura; si oyen al resto, escucharán rumores de cambio de ciclo. Cualquier cosa mejor que esto. Ya saben que no hay viento favorable para el que no sabe hacia dónde va y, en la España de hoy, parece que los GPS se han averiado todos a la vez.

Y no se olviden de que hablamos de un plan de recortes del gasto ciertamente original. Un plan que primero congela las pensiones, pero que luego consiente su actualización. Que primero rebaja el sueldo a los funcionarios, pero luego ya veremos a quiénes, en qué medida y sobre qué conceptos. Que primero no permite el endeudamiento de los Ayuntamientos, pero luego sí lo autoriza hasta finales de año. Que primero no sube los impuestos, pero luego sí, cuando sea oportuno y en las figuras que se considere conveniente.

No sé si me siguen, pero tengan cuidado, que yo estoy perdido.