El mejor homenaje a Luis

El atractivo duelo de este miércoles entre España e Italia, los dos últimos campeones del mundo, en el Vicente Calderón, supone el mejor escenario posible para rendir un homenaje a la figura de Luis Aragonés, el seleccionador que marcó un punto de inflexión en la historia del combinado absoluto español y apostó por un estilo de juego con el que 'La Roja' alcanzó la gloria en la Eurocopa de Austria y Suiza y al que luego supo dar continuidad, con algunos retoques, Vicente del Bosque. Precisamente ante los 'azzurri' comenzó la explosión del fútbol español, con ese triunfo por penaltis que el 23 de junio de 2008 acabó en el Ernst Happel de Viena con la maldición de cuartos y derribó el muro construido por esos complejos históricos que atenazaban a España.

El 'Sabio de Hortaleza' recibirá el tributo en el estadio que más amaba y con el «equipo de todos» como protagonista. La Federación Española de Fútbol ha organizado diversos actos emotivos, desde actuaciones musicales hasta el despliegue en un lateral del estadio de camiseta gigante firmada por la afición. A pie de campo, todavía muchos de los jugadores que marcaron el nuevo rumbo de la selección, con los 'bajitos' Xavi e Iniesta al frente.

Se trata del último ensayo antes de que Del Bosque decida a finales de mayo la lista de 23 elegidos para el Mundial de Brasil. Lo recargado del calendario hace que las selecciones sólo dispongan de un partido en medio año para probarse. «Todos estamos igual y por suerte nosotros disfrutamos de un grupo estable que conoce bien los conceptos tácticos», explicó el seleccionador, que va a dar la alternativa a Diego Costa, a quien incluso podría alinear como titular en una decisión algo extraña si se considera que Del Bosque suele respetar las jerarquías.

Después de los sinsabores de los últimos bolos ante Guinea Ecuatorial y Sudáfrica, la selección española está obligada a lavar ese escudo manchado y dar la talla ante un rival clásico frente al que no pierde en partido oficial desde los cuartos de final del Mundial de Estados Unidos'94, el del codazo de Tassotti a Luis Enrique en Boston. Los transalpinos ganaron al los ibéricos en el amistoso de Bari (2-1) en 2011, pero en los últimos choques de competición 'La Roja' se ha convertido en su bestia negra. Victoria española por penaltis en esos cuartos de Viena, tablas en la primera fase de la Eurocopa de Ucrania y Polonia y goleada en la final de Kiev (4-0), y agónico éxito en las semifinales de la pasada Copa Confederaciones.

En un mensaje directo, Del Bosque ha exigido a sus jugadores el «mismo compromiso» que muestran con sus clubes. «Tenemos que blindar nuestro espacio», enfatizó el técnico antes de advertir que se espera a una «Italia poderosa», no la de esa final de Ucrania a la que llegó agotada y lastrada por las lesiones. El partido le servirá para probar si Costa o Negredo son una opción mejor en punta que el tocado Cesc como 'falso 9', inyectar a Xavi un optimismo que quizá ha perdido en los últimos tiempos en el Barça y probar en la zaga. En ausencia de Piqué, quiere ver un rato a Javi Martínez de central y a Azpilicueta en ambos laterales. Excelente ocasión para comprobar también la progresión experimentada por Thiago en el Bayern de Guardiola, tras superar su lesión. Pudo elegir entre Brasil y España -su hermano Rafinha se decantó por la 'Canarinha'-, pero su caso es distinto al de Costa porque nació en San Pietro Vernotico, Brindisi (Italia), cuando Mazinho, su padre, militaba en el 'calcio' (Lecce y Fiorentina).

Los frentes de Prandelli

Italia se presenta con problemas. Su técnico, Cesare Prandelli, no quería jugarlo porque entiende que las críticas, positivas o negativas, podrían condicional un eventual enfrentamiento en el Mundial, donde se pueden medir en cuartos si ganan sus grupos. «Ya sé cómo van estas cosas, si ganamos todos darán por hecho que ya estamos en semifinales del Mundial, si perdemos se dirá que no tenemos ninguna oportunidad», dijo Prandelli, quien sufre la importante baja del delantero Mario Balotelli y ha castigado al centrocampista De Rossi por agredir al interista Icardi el pasado sábado. «Es una cuestión del código ético. No quiero llegar al Mundial y encontrarme con diez por gestos así. Yo soy el árbitro de estos gestos», justificó Prandelli, cuya decisión en favor del juego limpio aplaudió Del Bosque. «En España puede cundir el ejemplo», dijo. Sólo él sabe si la ausencia de Arbeloa se debe a un castigo por esa patada sin balón que le propinó a Costa en la ida de semifinales de Copa y su mala relación con los jugadores del Barça, del Atlético y el propio Casillas.

El preparador italiano, pendiente aún de su renovación, ha sido criticado desde los mejores equipos italianos del momento. Los romanistas no entienden la baja de De Rossi, cuya sanción de tres partidos han recurrido, y Antonio Conte, preparador de la Juve, le ha llamado «maleducado» por no hablar con él antes de convocar a Girgio Chiellini, casi un mes de baja por una lesión en el gemelo derecho.

El duelo escenifica un reencuentro entre Iker Casillas y Gianluigi Buffon, leyendas en activo que se profesan admiración mutua y que en 2004 ya se midieron en otro partido preparatorio. Una década después, con una Copa del Mundo cada uno en sus vitrinas, ambos capitanes se citan a 100 días de que comience el gran torneo brasileño. Casillas, con 32 años y 152 entorchados internacionales, vive una situación extraña en el Real Madrid, pero el cuerpo técnico de la selección no le discute. Y, a sus 36 años, 'Gigi' se mantiene inamovible en la Juve y en la 'Azzurra'. Bastante regular al más alto nivel, en septiembre dejó una parada contra Bulgaria que ha sido vista más de medio millón de veces desde entonces en los portales de internet.