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Las lesiones derrotan a Farinós

El centrocampista valenciano del Villarreal se retira a los 35 años tras no recuperarse de los problemas físicos derivados de una operación en el tendón de Aquiles

CASTELLÓN Actualizado: Guardar
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Las lesiones han derrotado al centrocampista Francisco Javier Farinós, que anunció este martes su retirada del fútbol profesional, a los 35 años, al no poder recuperarse de los problemas físicos sufridos desde el pasado verano. El jugador valenciano del Villarreal no ha podido entrenarse ni jugar con el Villarreal esta temporada y asume que no se encuentra en plenitud física para poder rendir a un alto nivel.

Farinos pasó por el quirófano hace diez meses para ser intervenido en un espolón en el tendón de Aquiles de su pierna derecha y no logró superar los dolores. «Es una decisión muy difícil para mí, pero no termino de encontrarme bien físicamente y creo que éste es el paso que debo de dar», explicó Farinós, que quiso agradecer a todo el ‘submarino amarillo’ el apoyo recibido este año.

A las órdenes de Jorge Valdano, debutó en Primera División con el Valencia, con sólo 18 años, en la campaña 96-97. Se ganó ser dos veces internacional absoluto y en el club ché consiguió sus principales títulos al conquistar una Copa del Rey y una Supercopa de España. También disputó una final de la Liga de Campeones, con derrota ante el Real Madrid (3-0) en el gran duelo español del año 2000 en Saint-Denis (París), y después pagó su cláusula de rescisión de en torno a 3.000 millones de pesetas (18 millones de euros) para fichar por el Inter de Milán. Tras dos cursos en el equipo lombardo, fue cedido al Villarreal en el campaña 2002-03, para volver al Inter al año siguiente. Una campaña más tarde regresó al fútbol español para militar dos años en el Mallorca, cinco temporadas en el Hércules, una campaña en el Levante y el último año y medio en el Villarreal.

Ídolo local en la pedanía valenciana de La Torre donde nació, Farinós era un futbolista con unas condiciones extraordinarias, ya que poseía buena técnica, notable físico, enorme visión táctica y un excelente disparo. Brilló en el Valencia de finales de los noventa, sobre todo con Héctor Cúper en el banquillo, pero luego no pudo ofrecer su mejor rendimiento de forma continuada debido a las numerosas dolencias que le mermaron.