pulso soberanista

Margallo: «No es que el Gobierno no quiera autorizar la consulta, es que no puede»

El ministro de Exteriores dice que la diferencia entre Escocia y Cataluña es que el Reino Unido "no tiene constitución escrita" y rige la soberanía del Parlamento

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El ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, José Manuel García Margallo, ha señalado en Alicante que en Cataluña "no es que el Gobierno no quiera autorizar una consulta" soberanista es que "simplemente no puede autorizarla" y ha argumentado que esa imposibilidad surge de la Constitución que establece que "la soberanía pertenece a todo el pueblo español" y "no a una parte". Por ello, sería todo el pueblo español el que tendría que modificar la Constitución para permitir la celebración de la consulta soberanista impulsada por el Govern de Artur Mas.

En esta línea, el ministro de Exteriores ha recordado que el artículo 2 de la Constitución "habla de la indivisibilidad del territorio español". "No es una originalidad española. En todos los países con constitución escrita, con la excepción de Etiopía, la indivisibilidad está presente en todas las constituciones", ha manifestado. García-Margallo, que ha participado en una mesa redonda organizada por Casa Mediterráneo sobre la situación en Siria, se ha referido en estos térmimos al ser preguntado por los medios sobre sus declaraciones al Financial Times en relación con Escocia y su posible solicitud de adhesión a la UE si se independiza de forma legal.

El ministro ha puntualizado que una Escocia "hipotéticamente" independiente nacería "de un procedimiento interno legal" pactado con el Reino Unido, de manera que eso habilitaría al nuevo Estado para "plantear su solicitud y esa solicitud podría ser considerada". "En ese caso, dije en el Parlamento y repito ahora, la opinión del Reino Unido sería vital, sería el Reino Unido quien tuviera que decir que la separación se ha producido en términos coherentes a su ordenamiento interno", ha especificado García-Margallo.

Una situación que ha contrapuesto a Cataluña porque, según ha dicho, "la única posibilidad de secesión sería una declaración interna que es contraria a la Constitución, y por ello contraria a los Tratados de la Unión Europea". De esta manera, ha indicado que la posible solicitud de ingreso de una Cataluña independiente en la Unión Europea "no podría ser considerada, ni siquiera admitida a trámite. Ningún Estado podría votar una solicitud que es contraria al derecho español y por tanto al derecho europeo, de acuerdo al artículo 4 (del tratado de la UE). Eso es lo que dije al Financial Times".

Diferencias con Escocia

El ministro ha insistido en que "la diferencia entre Escocia y Cataluña es que el Reino Unido no tiene una constitución escrita. En el Reino Unido lo que rige es la soberanía absoluta del Parlamento británico y ese parlamento ha decidido transferir al Parlamento escocés las competencias para resolver una consulta. Por lo tanto, desde el punto de vista del derecho interno, nada que valorar". "Lo que dije -ha proseguido- es que cualquier territorio que se separa de un Estado miembro para formar un estado nuevo, se autoexcluye. Y los tratados dejan de aplicarse desde ese mismo momento. De modo que la declaración del president de la Generalitat, sobre que los catalanes de una Cataluña independiente conservarían la ciudadanía europea es rotundamente falso", ha manifestado.

Según García-Margallo, "contradice el artículo 9 del Tratado de la Unión y el artículo 20 del Tratado de Funcionamiento. En segundo lugar, cualquier territorio que se escinde para formar un Estado nuevo, sea Escocia o Cataluña, se tiene que poner a la cola y solicitar la adhesión, que tiene que se aprobada por unanimidad de todos los estados miembros", ha continuado el ministro. Por último, García-Margallo se ha mostrado "sorprendido" de que el secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, "haga declaraciones o juicios de intención sobre los titulares, mucho más cuando sabe cuál es mi postura porque la expuse en Cortes".

Así, ha recalcado que será el Reino Unido el que diga si una hipotética separación de Escocia es legal o no y, por tanto, la opinión de Londres será "vital" para la UE a la hora de considerar una posterior solicitud de entrada en la Unión. "Lo dije en el Parlamento y lo digo ahora: la opinión del Reino Unido sería vital. Sería el Reino Unido el que tendría que decir si la separación se ha producido en términos coherentes con su ordenamiento interno", ha subrayado el ministro antes de participar en una jornada sobre el conflicto sirio organizada por Casa Mediterráneo.