Un hombre usa el móvil en el avión. / Archivo
SECTOR AÉREO

España permite ya el 'modo avión' en el despegue y el aterrizaje

A partir de mañana, los pasajeros podrán utilizar una gran parte de sus dispositivos durante todas las fases del vuelo

MADRID Actualizado: Guardar
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Quedaba un paso y España, finalmente, lo ha dado. La Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA), el organismo encargado de que se cumplan las normas de aviación civil en el conjunto de la actividad aeronáutica de España, acaba de actualizar su normativa para adaptarse a las directrices marcadas por la Unión Europea. A partir de mañana, los pasajeros de avión podrán usar sus dispositivos electrónicos durante todas las fases del vuelo, siempre y cuando tengan activado el llamado 'modo avión', aquel que inhibe la emisión y recepción de frecuencias.

Hasta ahora estos dispositivos solo podían encenderse, siempre con el 'modo avión' en marcha, cuando la aeronave llegaba a los 10.000 pies y nunca en el despegue y el aterrizaje. La nueva normativa incluye, no obstante, un par de excepciones. Por un lado, los dispositivos deben ser de tamaño limitado -teléfonos móviles, tabletas, reproductores de MP3, libros electrónicos...-, quedando prohibido el uso de ordenadores "principalmente por razones de peso ya que, en caso de una deceleración brusca, un ordenador puede golpear a cualquier pasajero", apuntaba en su momento Ariel Shocron, jefe de la vocalía técnica y de seguridad de vuelo de Sepla. En este sentido, fuentes del organismo precisan que los ordenadores portátiles durante el despegue y aterrizaje deberán mantenerse en los espacios destinados al equipaje, del mismo modo que los bolsos, mochilas u otros objetos personales de mayor tamaño.

Por el otro, el uso de estos dispositivos queda restringido a cada compañía y, sobre todo, "a lo que dictamine la tripulación de cada vuelo en base a las condiciones operacionales existentes". La AESA puntualiza además que las compañías aéreas deben dotar a sus aeronaves de la tecnología adecuada para garantizar que el uso de los terminales no afecte al correcto funcionamiento de los sistemas y equipos del avión, y realizar su propio estudio de seguridad.