Pau recupera su sitio

Mike D’Antoni ha pasado de sentar en el banquillo a Pau Gasol «porque quería ganar» a considerarle «el mejor pívot de la NBA». Este cambio radical en apenas unos meses tiene un culpable: Dwight Howard. El año pasado, el técnico de los Lakers pretendía agradar a ‘Supermán’ para que renovara por los angelinos. Tras su marcha, el entrenador de los púrpura y oro se ha visto obligado a fiar su futuro al exitoso dúo Pau-Kobe que dio dos anillos a la franquicia. Mientras Bryant se recupera, el catalán es el único amarre en el que D’Antoni puede fiar su suerte. El pívot va cogiendo la forma poco a poco y pretende volver a la condición de ‘Allstar’ que perdió la pasado campaña.

Mientras su hermano vivía su peor campaña, Marc siguió con su crecimiento hasta convertirse en el mejor pívot de la NBA. El mejor defensor del año lidera a una de las franquicias más estables de la liga y sus compañeros, incluido su inseparable Zach Randolph -una bomba de relojería hasta que apareció ‘Big Marc’-, le rinden pleitesía. La ‘Tanketa’ no tiene nada que demostrar ya y ahora aspira a llevar a los Grizzlies a cotas inimaginables para Memphis, que sueña incluso con el anillo.

En Oklahoma confían en que Serge Ibaka mantenga su excelente media taponadora y que aumente su influencia en ataque y se sume a las amenazas exteriores de Durant y Westbrook.

Los dos bases españoles de la liga comienzan la temporada con ilusiones renovadas. José Manuel Calderón ha cambiado los Raptors por los Mavericks (tras un breve paso por Detroit). Era un antiguo sueño del excéntrico propietario de Dallas, Mark Cuban, que ha conseguido un gran director de juego que surta de balones a su estrella, Dirk Nowitzki. El extremeño recupera la alegría en un equipo con muchos cambios.

Su colega Ricky Rubio pide salud para los suyos tras la racha nefasta de lesiones sufrida por Minnesota en 2013. ‘El niño maravilla’, junto con Kevin Love y Pekovic, confía en pelear por alcanzar la fase final.

Víctor Claver, en su segunda campaña en la NBA, espera disfrutar de más minutos y una mayor presencia en el juego de los Blazers. Después de dar un paso adelante en la selección, el valenciano debe soltarse en ataque para ser un habitual en las rotaciones de Terry Stotts y consolidarse en Portland.