Ancelotti gesticula ante el árbitro en el clásico. / Quique García (AFP)
Fútbol

Ancelotti indigna al madridismo

El técnico italiano huye de la autocrítica y pierde aún más crédito por su rácano y miedoso planteamiento en el Camp Nou

MADRID Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

El madridismo más radical está indignado con Undiano Mallenco por no pitar un claro penalti a Cristiano Ronaldo que podría haber supuesto el empate a uno en el clásico a falta de 20 minutos para el final. Sin embargo, el que clama por la suplencia de Casillas y la venta de Özil para financiar el fichaje de Bale aún lo está más con Carlo Ancelotti por alinear a Sergio Ramos en el Camp Nou como mediocentro defensivo y al extremo galés como '9' relegando a Morata a la grada.

El técnico italiano justificó que colocó al central sevillano como pivote «para buscar equilibrio», pero el Real Madrid que regresó a los tiempos de José Mourinho, cuando utilizó a Pepe en el Camp Nou como centrocampista destructor, no sólo no encontró lo que pretendía Ancelotti , sino que fue a peor. Sergio Ramos se jugó la expulsión con un par de codazos en un minuto y el Madrid, aparte de echarse atrás y estar totalmente a merced del Barça en el primer tiempo, volvió a estar roto en el medio campo. Después de tanto dinero gastado en los últimos tiempos en mediocentros (35 millones en Modric, casi seis en Casemiro, 39 en Illarramendi...), resulta que Ancelotti experimentó con Ramos en un 'trivote' que defiende poco y crea menos y sorprendió incluso a su plantilla.

En el caso de Bale, para que el club exhibiese en el clásico al fichaje más caro de la historia, el italiano forzó la titularidad del galés como delantero centro. Otro desatino. Según Ancelotti , lo hizo «para poner más presión sobre Busquets», porque según el italiano, «a Bale no le cambiaba mucho jugar a la derecha o en el centro». Después, al igual que hizo con Illarramendi como sustituto de Ramos, también rectificó sacando a Benzema por el futbolista de los 100 millones, con quien, al menos mientras no esté en forma, el Madrid rinde peor. Y más, si Bale no lo hace en su posición: lateral o extremo izquierdo; o desde finales de la pasada temporada en el Tottenham, interior derecho.

Mientras el Madrid se escuda en la actuación arbitral, aunque el Barcelona también se queja de los codazos de Ramos y de un penalti de Pepe a Cesc, también con 1-0 en el marcador, el italiano también huye de la autocrítica y ha perdido aún más crédito por su rácano y miedoso planteamiento en el Camp Nou. Con Ramos y Bale fuera de lugar y el equipo de nuevo confundido, desorientado, y sometido por un Barça muy superior en la primera parte. Ancelotti también aseguró que se decidió por el sevillano como mediocentro -sin apenas haberlo ensayado- porque, aparte de que no confiaba en la inexperiencia de Illarramendi, el guipuzcoano tenía una sobrecarga muscular desde el partido de la Juventus y no quería arriesgarse. Algo desconocido hasta el sábado, aunque cuando el técnico madridista hizo su lista definitiva y rectificó a la hora de juego con los cambios ya debió olvidarse del 'delicado' estado físico de Illarramendi, en el banquillo hasta casi una hora de juego junto al mediapunta Isco, los arietes Benzema y Jesé y los laterales Arbeloa y Coentrao.

Suspira por Xabi Alonso

Quien, además de Morata -el delantero a quien el Bernabéu quiere como titular- se quedó al final fuera de la convocatoria del Camp Nou fue Casemiro, sensación madridista en la pretemporada y olvidado después por Ancelotti , que continúa dando bandazos mientras la Liga y la 'décima' parecen ya una quimera esta temporada cuando se llevan dos meses y medio de competición. El italiano sigue confundido y confundiendo a sus jugadores, aunque no está dispuesto a renunciar a su sistema 4-3-3 y suspira por la recuperación de Xabi Alonso, a quien desea ya como líder del centro del campo, flanqueado por el siempre discutido Khedira y por Modric.

La afición señala a Ancelotti , pero Florentino Pérez no escapa a las críticas de una hinchada cada vez más desencantada por la polémica gestión del presidente, que prometió que el Madrid tendría «a los mejores jugadores españoles y extranjeros», igual que su entrenador garantizó un «fútbol espectacular». Sin embargo, aún no se confía en los canteranos ni en los nacionales fichados a golpe de talonario (Illarramendi e Isco), y Bale está ahora a años luz siquiera del 'top ten' mundial. Igual que el Madrid continúa sin jugar a nada. Y sin un '9' de verdad que pueda hacer soñar con la Copa de Europa.