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Contra la estigmatización de las enfermedades mentales

Los expertos alertan contra la tendencia a achacar actitudes violentas a las personas con problemas psiquiátricos

MADRID Actualizado: Guardar
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El monje shaolín, el último asesino en serie, el violador, el maltratador... La sociedad en general, y los medios de comunicación en particular, tienden a intentar explicar cualquier actuación violenta argumentando que el delincuente sufre «problemas psiquiátricos». Y de esta manera, poco a poco, se va generando la sensación de que todos los enfermos mentales son potencialmente violentos. Y nada más lejos de la realidad. «Estos enfermos son más víctimas que agresores», explica la doctora Ana González-Pinto, jefa de Psiquiatría Clínica del Hospital Santiago Apostol de Vitoria durante el XII Seminario Lundbeck ‘Trastorno bipolar: ánimo sin control’.

Precisamente el trastorno bipolar, en el que se mezclan episodios de manía con otros de depresión, es una de las enfermedades cuyo tratamiento más ha avanzado en los últimos años. «Cada vez hay más posibilidades de mejorar la vida de una persona que sufre este mal», cuenta la doctora Anabel Martínez-Arán, especialista del Hospital Clinic de Barcelona. En la misma línea incide José Manuel Montes, jefe de Sección de Psiquiatría del Hospital Universitario del Sureste de Madrid. «Hay que eliminar los estigmas porque un paciente con trastorno bipolar puede llevar una vida normal», cuenta Montes. En España, 950.000 personas sufren trastorno bipolar, la sexta causa de discapacidad del mundo.

El trastorno bipolar interfiere de forma significativa en la vida cotidiana del paciente y en su entorno, y tiene una importante repercusión en su salud, sus relaciones personales y su calidad de vida. Las separaciones y los conflictos de pareja, la pérdida del puesto de trabajo o la ruina empresarial son consecuencias comunes de esta enfermedad. La incidencia del trastorno bipolar es similar en ambos sexos y la edad media de inicio se sitúa en los 25 años.