El incierto futuro del Zaragoza

El Zaragoza no ha podido superar el reto de mantenerse una temporada más en la máxima categoría. El club aragonés, muy tocado por los continuos problemas tanto económicos como institucionales que acechan a la entidad, se ha visto abocado a Segunda después de cuatro campañas consecutivas en Primera. El conjunto dirigido por Manolo Jiménez cayó por primera vez en zona de descenso en la 31ª jornada.

Ahora, el Zaragoza tomará un nuevo rumbo deportiva para restaurar la normalidad, objetivo difícil por la inestabilidad del club aragonés. Su máximo accionista, Agapito Iglesias, tiene pensado vender su paquete accionarial después de siete años al frente de la entidad, tiempo en el que ha padecido un desgaste personal por las continuas presiones que ha sufrido su persona. Tuvo que renunciar a acudir al palco de La Romareda por las discrepancias de los aficionados y dejó de viajar con el equipo en sus salidas, algo que le ha apartado de la vida deportiva.

Pese a no estar en ‘primera línea de fuego’, Agapito ha presidido desde la sombra, mediante reuniones con el técnico Manolo Jiménez y con los jugadores de la plantilla. La afición, enfrentada con el apoderado y con el equipo, salió a la calle para exigirle un cambio en la gestión del club o una venta responsable de éste. La reestructuración interna puede ahondar más en la crisis del Zaragoza. La desaparición es una opción remota pero real.

El Zaragoza no descendía desde la temporada 2007-08. El club maño es uno de los históricos del fútbol español. Fundando en 1932, tiene el orgullo de tener en sus vitrinas una UEFA, una Recopa, seis Copas del Rey y una Supercopa de España. Además, ha disputado 58 de las 82 ediciones de la Primera División, con lo que se es el noveno club con más temporadas en la élite.