McCain augura que Hagel tendrá apoyo suficiente

El senador republicano y ex candidato presidencial John McCain ha adelantado que Chuck Hagel finalmente podría conseguir los votos suficientes para convertirse en el nuevo secretario de Defensa de Estados Unidos. "Confío en que, probablemente, el ex senador Hagel consiga los votos necesarios para ser ratificado como secretario de Defensa", ha dicho el líder republicano en una entrevista concedida este domingo a la cadena estadounidense NBC.

Estas declaraciones podrían servir para vencer la oposición de los senadores republicanos a ratificar a Hagel, algo a lo que se niegan porque consideran que no poseen información suficiente sobre sus credenciales para ocupar este importante cargo.

"No creo que esté cualificado", ha dicho McCain. "Pero tampoco creo que debamos alargar más la ratificación, porque ya ha pasado un tiempo más que razonable para hacer preguntas y obtener respuestas (acerca de Hagel)", ha explicado. El pasado jueves los senadores, sobre todo, republicanos bloquearon -con 59 votos frente a 40- la propuesta para finalizar el debate y dar lugar a la confirmación de Hagel como jefe del Pentágono, la primera vez que ocurre en la historia del país norteamericano.

Los senadores

"Los senadores republicanos han bloqueado al nominado como secretario de Defensa, miembro de su propio partido, veterano condecorado y el líder más adecuado para nuestras tropas, poniendo sus intereses políticos por delante de la seguridad nacional", criticó la Casa Blanca en un comunicado. Está previsto que el próximo 26 de febrero se repitan el debate y la votación para ratificar a Hagel. Se espera que los demócratas -que ocupan 55 de los 100 escaños del Senado- saquen adelante la nominación, con 51 votos.

De ser así, Hagel, que fue nominado para el cargo por el presidente estadounidense, Barack Obama, el pasado 7 de enero, se convertirá en el sucesor de Leon Panetta, de 74 años de edad, al frente del Departamento de Defensa. Hagel, de 66, fue senador por Nebraska por el Partido Republicano entre 1997 y 2009, pero abandonó la vida política por su oposición a la gestión del Gobierno de George W. Bush (2001-2009) de la guerra de Irak.