vacaciones de invierno

La Familia Real holandesa, en la nieve

Los Príncipes Guillermo y Máxima han esquiado junto a la Reina Beatriz y sus tres hijas en la estación austríaca de Lech

MADRID Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

La familia real holandesa acude hoy en Lech (Austria) a un servicio religioso especial para rezar por el príncipe Friso, que sufrió justo hace un año un trágico accidente de esquí en esa localidad de los alpes austríacos y que lleva desde entonces en estado de coma en un hospital de Londres.

La reina Beatriz de Holanda, los príncipes Guillermo y Máxima y sus tres hijas, las princesas Amalia, Alexia y Ariane, se encuentran disfrutando de la nieve en la localidad austríaca de Lech, donde la familia real suele pasar sus vacaciones de invierno desde hace más de 50 años. Para Guillermo Alejandro se trata de las últimas vacaciones de esquí como príncipe, antes de acceder al trono en abril próximo.

La familia al completo acudió ayer a un servicio religioso especial para rezar por el príncipe Friso, que sufrió justo hace un año un trágico accidente de esquí en esta localidad de los alpes austríacos y que lleva desde entonces en estado de coma en un hospital de Londres. También Mabel, la esposa del príncipe Friso, de 44 años, ha viajado a Lech junto con sus dos hijas.

El segundo hijo de la reina Beatriz de Holanda quedó sepultado por una avalancha de nieve cuando se encontraba esquiando fuera de pista con un amigo austríaco. Tras estar entre 15 y 20 minutos bajo la nieve, los médicos tuvieron que reanimarle y debido a la falta de oxígeno sufrió múltiples lesiones cerebrales. Fue ingresado en estado crítico en el Hospital Clínico de Innsbruck, la capital del tirol austríaco, y desde entonces se encuentra en un estado de coma del que se ignora si despertará.

La familia holandesa decidió a principios de marzo trasladarle al hospital Wellington de Londres. En noviembre pasado, la Casa Real informó de que el príncipe Friso había presentado ligeras muestras de conciencia, aunque continuaba en coma y su pronóstico seguía siendo incierto.

Mabel y el príncipe Friso residían habitualmente en la capital británica, junto con sus dos hijas, Luana, de siete años, y Zaria, de seis. Hasta 2003, el segundo hijo de la reina Beatriz trabajó en Londres como vicepresidente de inversiones del banco estadounidense Goldman Sachs International, tras lo que ejerció como director financiero para la empresa de uranio URENCO, hasta su accidente.