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El Madrid encarrila el pase a semifinales con suerte y con Valverde expulsado

El Valencia fue mejor pero Jonas falló dos grandes ocasiones, una a portería vacía

MADRID Actualizado: Guardar
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Cruel castigo del Madrid al Valencia en un duelo vistoso, emocionante, extraño y con grandes contrastes. Los de Valverde hicieron sobrados méritos para obtener un resultado mucho más esperanzador para sus intereses pero al final, ya descompuestos, no salieron goleados de Chamartín porque Guaita le sacó dos balones inverosímiles a Cristiano Ronaldo, cuya presencia en este partido reactivó a los blancos. Sin gran fútbol, con desprecio al balón pero con una actitud irreprochable, el Madrid encarriló su pase a semifinales de Copa, donde le esperaría el Barcelona si el Málaga no lo impide. ‘Mou’ salva un ‘match ball’. Jonas, que falló el gol de su vida sin portero, no se olvidará jamás de este partido.

«Cuando te encuentras mejor y te sientes dominador, es justo cuando el Madrid te empieza a matar». El ‘Txingurri’ Valverde vivió un tiempo alejado del fútbol español por su aventura griega, pero jamás perdió la perspectiva. En la previa demostró que se sabía el dedillo el peligro del equipo de Mourinho, forjado para robar y contragolpear. El técnico portugués se pasa por el forro las críticas por regalar la iniciativa y el balón al rival, incluso en el Santiago Bernabéu. Su ideario permanece inalterado en pos del resultado.

Lo conocía Valverde pero no lo pudo evitar. Precisamente cuando más felices se encontraban los levantinos en cada período y más se aproximaban a Casillas, definitivamente el titular en la Copa, se vieron sorprendidos. Apenas un minuto después de la primera gran ocasión regalada por Jonas y salvada por el ‘Santo’, Parejo se entretuvo más de lo permisible y entre Essien y Khedira dibujaron una contra de manual que definió Benzema.

Valverde salió del banquillo para animar a su tropa, que se manejaba bien y se mostraba superior en el centro del campo gracias al buen toque y a las asociaciones entre Banega, Parejo, Tino y Jonas, que ejercía como enganche. El primer gol ya premiaba en exceso, a un Madrid flojo en la elaboración pero concienzudo en defensa. Los merengues cerraban bien sus filas y evitaban esos desmarques de ruptura de Soldado que suelen resultar letales. Xabi Alonso, Khedira, Özil y Modric se juntaban bien para destruir pero se desconectaban para crear.

Intensidad y coraje

Nada que ver la salida intensa y corajuda de este Madrid con esa puesta en escena parsimoniosa que fracasó en Pamplona. Una mutación producto de dos factores: volvía Cristiano Ronaldo y era otra competición, además a vida o muerte. Con el portugués como guía, el Madrid salía como una manada cuando recuperaba. Los ‘chés’ supieron frenar al astro de Madeira con faltas tácticas en el arranque. Tanto le vigilaron que descuidaron al resto y permitieron una excelente acción de tiralíneas entre Benzema y Khedira que culminó con un mal disparo Modric, solo ante Guaita. Fue, al margen del gol, la única clara ocasión del Madrid en el primer tiempo.

Mourinho cambió en el descanso porque entendió que Marcelo no estaba a punto. Acertó. Después de tres meses lesionado por una fractura del quinto metatarsiano, el lateral brasileño no está para largas batallas. Falló casi todos los pases y desajustó a la zaga. Se le vio lento, impreciso, precipitado y con sobrepeso. Coentrao tampoco supone una garantía pero a su paisano le ofrecía más empaque como defensa para la reanudación.

En buena lógica, el 1-0 sembraría dudas en los valencianos. Es un mal resultado que les obligaba a asumir más riesgos, pero fracturarse ante el Madrid es un suicidio. Debían atacar pero mantener siempre al menos cinco hombres por detrás del balón. Respondieron muy bien pero les faltó el gol. Víctor Ruiz lo tuvo de cabeza pero no se esperaba la cantada de Iker en la salida. Luego, Soldado lanzó al larguero, aunque le habían señalado un fuera de juego inexistente, el segundo de la noche. Y, a continuación, Jonas erró a portería vacía. Gran jugada de Banega, notable remate de Soldado, rechazo en corto del portero y fallo clamoroso del valenciano.

Los de ‘Mou’ insistieron en su propuesta. Estaban encantados con esa victoria mínima. Se agazaparon cada vez más y esperaron de nuevo momento, un gol inexplicable, mitad Guardado en propia meta y mitad Higuaín, aparentemente con la mano. El ‘Pipa’ ni lo celebró. Valverde protestó, fruto de la impotencia, y acabó expulsado por Muñiz. Con el Valencia roto, Cristiano pudo rubricar una goleada. Lo evitó Guaita, que dejó todavía viva la eliminatoria.