'El Sevilla' recuerda las disculpas ofrecidas por el Rey. / Vídeo: Virginia Carrasco
un minuto de 2012 | el monarca se disculpa

«Si yo fuese­ el Rey nunca habría pedido perdón»

El cómico y líder de Mojinos Escozíos, Miguel Ángel Rodríguez ‘El Sevilla’ recuerda las disculpas de Don Juan Carlos por la cacería en Bostwana en un momento crítico de la economía española

MADRID Actualizado: Guardar
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Miguel Ángel Rodríguez, ‘El Sevilla’, no recuerda dónde se encontraba exactamente el 18 de abril de 2012, pero sí que las declaraciones del Rey Don Juan Carlos aquel día marcaron un antes y un después en la percepción de los ciudadanos sobre la Casa Real, más aún en un año en el que la institución monárquica se ha visto envuelta en una serie de escándalos en cadena que le ha restado varios puntos de popularidad. El humorista y líder de los Mojinos Escozíos no daba crédito mientras comentaba con su amigo Paco la insólita intervención del monarca. Fueron solamente dos frases, apenas una docena de palabras acompañando el gesto compungido, pero quienes las escucharon entendieron enseguida que se trataba de las primeras disculpas 'reales' de la historia de la monarquía. Y sonaban así: “Lo siento mucho. Me he equivocado y no volverá a ocurrir".

El Rey pedía perdón por un viaje de caza a Bostwana –financiado por un acaudalado empresario y valorado en 45.000 euros- en el que se fracturó la cadera derecha y hubo de ser operado de urgencia. El viaje, que tuvo lugar en una de las peores semanas de la crisis económica en el país, generó un alud de críticas sin precedentes tanto desde los medios de comunicación como desde la clase política y puso encima de la mesa el debate sobre el papel de la monarquía en España o su financiación en un momento económico delicado. Una tensa situación que Don Juan Carlos atajó con una declaración directa, concisa y con propósito de enmienda que constituye un hito no solo para la Casa Real, sino también para los poderes públicos en España, ya que el antecedente más cercano se remonta a los albores de la democracia, cuando Adolfo Suárez admitió sus errores en el discurso con el que dimitió como presidente del Gobierno.

Para ‘El Sevilla’, pedir perdón hace grande a una persona, pero que quien lo solicite sea un Rey, la cabeza visible de la institución monárquica, “lo hace doblemente grande”. “Si yo fuese el Rey, no iba a pedir perdón, iba a hacer lo que me diera la gana que para eso soy yo el que se sale en la foto, en las monedas y en los billetes. ¿Yo voy a pedir perdón porque me he ido a cazar elefantes para que no se enfade toda la gente? Que me pidan a mí perdón por criticarme”, defiende con la ironía que le caracteriza el cantante y cómico sevillano. Entiende sin embargo que el Rey “tuvo que hacerlo” para salvaguardar la imagen de una Casa Real “que siempre ha cuidado” y que ha protagonizado un año para olvidar.

'Annus horribilis'

El 'annus horribilis' del Rey comenzó de hecho en noviembre de 2011, con la implicación de su yerno, Iñaki Urdangarin, en el ‘caso Nóos’, al ser imputado por un presunto desvío de dinero público desde la organización sin ánimo de lucro que él mismo creó y presidió entre 2004 y 2006. La Casa Real decidió apartarlo de los actos oficiales y tachó su conducta de “no ejemplar”. Incluso el tradicional mensaje de Navidad de Don Juan Carlos de 2011 hizo referencia al escándalo, al defender que “la justicia es igual para todos”.

Ya en el 2012, al ‘caso Nóos’ se sumó el desafortunado safari en Bostwana y el incidente protagonizado por el nieto mayor del Rey, Froilán, quien se disparó en un pie cuando practicaba tiro con su padre, Jaime de Marichalar, sin la licencia reglamentaria para un menor de 14 años. Un cúmulo de desatinos a los que se suman los problemas de salud del monarca y caldeado por diversos rumores que apuntan a un distanciamiento respecto a la Reina o a presuntas desavenencias entre las Infantas y la Princesa de Asturias. Ninguno de estos puntos ha tenido espacio en el tradicional Discurso de Navidad del monarca, que ha puesto el punto final al año que termina centrándose en la crisis económica, la fortaleza de España como nación y la defensa de la política para afrontar los retos futuros.