El Málaga incendia el Pizjuán

Era derbi, palabra que retumba como tambores de guerra sobre las paredes del Pizjuán. Eso sí, andaluz. Que es igual, pero distinto que diría Cela. Les valió a los hispalenses para salir con esa intensidad que a veces falta. Los malagueños sufrieron acongojados, helados como en el ambiente en unas gradas desangeladas.

Sorprendió Pellegrini sacando de inicio a Santa Cruz, anteponiendo su fortaleza a la velocidad de Saviola. Quiso el chileno cambiar el estilo de los suyos en ‘Champions’ para afianzar el camino en Liga. Distinto ocurrió con los sevillanos. Jugaron desde el primer minuto a su forma, con el dinamismo como epicentro del esquema en la pizarra. Tardó dos minutos Negredo en avisar que pretendía convertir la noche Sevilla en suya propia. Recortó a Caballero y lanzó al palo un balón que miraba hacia las redes.

El ímpetu sevillista provocó en quince minutos hasta cuatro ocasiones claras de gol. Ninguna fue, bien por desacierto de la delantera, bien por el buen tino de la defensa blanquiazul. Iturra y Camacho se veían sobrepasados. No sabían ni cómo colocarse ni qué decisión acertada tomar. El Málaga solo creaba peligro por los fallos del rival. En concreto por Coke, quien se ha encontrado con la titularidad gracias al castigo a Cicinho por indisciplina. Doce remates contabilizó en su haber el equipo rojiblanco en la primera mitad por tan solo dos de sus homólogos andaluces.

Superioridad en las estadísticas, pero no en la realidad. Esta frase fue lo que les tuvo que decir Míchel a sus hombres en el vestuario. Pellegrini más bien lo contrario: energía y viveza fueron las consignas. Tres goles a favor fuera de casa. Estos eran los números del Málaga fuera de casa. Sumó el cuarto nada más reanudarse el partido. Demichelis aprovechó un error clamoroso de Diego López en el saque de un córner para cambiar el guion del encuentro. La ley del fútbol. Quien menos lo merecía se adelantaba.

La mala suerte para los sevillanos se presentó en dos minutos. Joaquín lesionó a Rakitic y en la jugada siguiente provocó el penalti y la expulsión de Fazio. Marcó Eliseu para finiquitar un choque en el que no fue superior, pero sí más eficaz. Es la sexta expulsión en las cuatro últimas jornadas para los del Pizjuán. Un estadio que terminó pidiendo dimisiones y con una guerra abierta contra Del Nido. El Málaga se acuesta en ‘Champions’ y sueña con Europa otra temporada más.