El presidente de México, Felipe Calderón Hinojosa, saluda desde el balcón de Palacio Nacional. / Efe
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Calderón quiere que México deje de llamarse Estados Unidos

El presidente, en vísperas de dejar el cargo a su sucesor, ha adelantado esta iniciativa que conlleva reformar la Constitución

MÉXICO Actualizado: Guardar
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El presidente mexicano, Felipe Calderón, ha anunciado, en vísperas de dejar el cargo a su sucesor, que propondrá al Parlamento cambiar el nombre oficial de México para que se llame solo así, en vez de los Estados Unidos Mexicanos.

Calderón, que ha prometido seguir gobernando hasta el último día de su mandato, el 30 de noviembre, compareció ante los periodistas en la residencia oficial de Los Pinos para exponer su iniciativa, que conlleva una reforma de la Constitución. "Es un asunto de la mayor importancia porque el nombre de un país expresa una relación simbólica con todo aquello que designa, con su gente, sus orígenes, su cultura, sus costumbres y, sobre todo, con su identidad", ha dicho.

Calderón ha explicado que, por ello, va a presentar al Congreso un proyecto de decreto para que se reformen todas las disposiciones constitucionales que hacen referencia a la denominación oficial del país.

El mandatario ha recordado que cuando México se independizó de España se propusieron nombres como América Septentrional de Morelos, América Mexicana, Imperio Mexicano, Nación Mexicana, Anáhuac, República de los Estados de Anáhuac, República de México, México, República Mexicana y Estados Unidos Mexicanos. Finalmente, en la Constitución de 1824 se optó por este último "teniendo como paradigma a los Estados Unidos de América, que en esos momentos eran, en opinión de algunos constituyentes, el ejemplo de democracia y libertad a seguir, para las nacientes repúblicas del continente", explicó el presidente.

"México no necesita un nombre que emule a otro país y que ninguno de nosotros, los mexicanos, usa cotidianamente", ha dicho Calderón, quien ha asegurado que los mexicanos siempre se refieren a su patria como México y que el nombre de Estados Unidos Mexicanos se ha reducido a los documentos oficiales y a ciertos actos protocolarios. "Es tiempo de que los mexicanos retomemos la belleza y sencillez del nombre de nuestra patria: México. Un nombre que coreamos, que cantamos, que nos alegra, que nos identifica, que nos hace llenarnos de orgullo", ha insistido el presidente.

El gobernante no ha explicado por qué plantea una reforma constitucional de una importancia tan simbólica cuando le faltan pocos días para abandonar el poder. La propuesta, cuando llegue al Parlamento, tiene que ser analizada en comisión y luego debe ser aprobada por las dos cámaras.