Pau Gasol rompe otra frontera

Si los Lakers hubiesen pasado por el aro cediendo a las condiciones que Phil Jackson puso para volver al banquillo angelino, es posible que el ‘maestro Zen’ hubiese añadido a su larga lista de títulos el honor de ser el primer técnico de la franquicia en dirigir un partido desde el salón de su casa, mandado los quintetos por Twitter y las directrices por Whatsapp. Y es que el entrenador pidió entre otras cosas poder ausentarse en algunos desplazamientos del equipo así como delegar en sus ayudantes algunos entrenamientos. Ese fue el motivo, y unas pretensiones económicas mucho menores, que empujaron a Mick Kupchak a optar por la contratación de Mike D´Antoni como entrenador. La madrugada del lunes, el encuentro frente a Houston lo dirigió Bernie Bickerstaff, que prolongó su interinidad una jornada, más puesto que el nuevo titular de la dirección del equipo está aún convaleciente de una operación de rodilla. «No quiero ser el centro de atención», se excusó minutos antes del encuentro, y declinó aparecer en el Staples Center apoyado en sus muletas. Frente a los de Texas, los californianos volvieron a dar una exhibición ofensiva. En el primer cuarto anotaron 40 puntos, fueron al descanso con 68 y acabaron superando a su rival por 119-108 para igualar el balance de derrotas y victorias con cinco en cada casillero.

La sonrisa de la noche la protagonizó Pau Gasol. D´Antoni, quien ya ha cogido el timón en las sesiones preparatorias, respaldó la semana pasada al español apagando cualquier conato de debate sobre un eventual traspaso. Sin embargo, el motivo de felicidad del ala-pívot español era otro: había ingresado en ese selecto club de jugadores no nacidos en suelo estadounidense que han logrado 15.000 puntos en la mejor liga del mundo. En total son diez nombres, entre los que se incluyen el de Patrick Ewing, Dirk Nowitzki o Hakeem Olajuwon.

El mayor de la saga de los Gasol necesitaba doce puntos para hacerlo y acabo con 17. La canasta que certificó el récord fue un tiro de media distancia poco después de volver del descanso. Ovación cerrada del público y a seguir con trabajando. «Quiero seguir rindiendo así. Mi objetivo al llegar era tener éxito, tener el respeto de los demás y que se sintiesen orgullosos de mí». declaró Gasol. «He llegado a esta cifra y me hace muy feliz», añadió.

«Mike D´Antoni aún no podido dirigirnos en la pista pero estamos utilizando sistemas suyos y jugando de forma más sencilla», comentó el jugador de Sant Boi, tirando un dardo a la rigidez táctica de Mike Brown. Su salida pareció aliciente suficiente para un equipo que ha ganado cuatro de cinco partidos desde su marcha. La llegada de su sucesor parece haber dado chispa al engranaje de los Lakers. Si prefieren, llámenlo ‘showtime’, tal y como lo definió el nuevo inquilino del banquillo californiano.

Rodillo ofensivo

Al igual que les pasase a los Suns hace unos días, los Rockets no pudieron frenar el rodillo ofensivo. De poco sirvieron los 20 puntos de James Hardem o el fenómeno Jeremy Lin, que tras su buen final de temporada el pasado año parece haber perdido las burbujas, como si de una gaseosa de marca blanca se tratara. Kobe Bryant lideró el perímetro exterior con un ‘triple doble’ -22 puntos, 11 rebotes y 11 asistencias- y Dwigth ‘Superman’ Howard, que acabó con 28 puntos y 13 rebotes, parece haberse quitado de encima la poca kriptonita que le quedaba tras su operación de espalda. Incluso el volcánico Metta World-Pace rayó a su mejor nivel.

«Tenemos un mejor ritmo, sin tantas pausas, pero en defensa tenemos que ser más solidos», analizó Gasol esperando quizás que en el próximo partido logren encajar menos de cien puntos y empezar a cumplir las intenciones de su nuevo entrenador, que en su presentación afirmó que defenderán «como osos». La ambición que reinaba en la franquicia antes de una desastrosa pretemporada y un inicio de liga muy gris. D´Antoni evitó los habituales tapujos y habló de ganar el anillo. Ahora mismo son octavos en la Conferencia Oeste, pero a buen seguro irán escalando posiciones en las próximas semanas. Sabe que tiene una plantilla de muchos quilates. De Gasol dijo ser el mejor pívot en años en la NBA. No escatimó en elogios tampoco para Bryant o Howard. También los hubo para el lesionado y veterano Steve Nash, con quien coincidió en Phoenix, al que según el ex de Knicks le queda año y medio de profesional en cada pierna. La suya, concretamente la derecha, parece que sí le permitirá dirigir el partido contra los renovados Brooklyn Nets desde el banda.