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Repliegue final

El selectivo termina la semana cediendo un 3,8% mientras que la prima de riesgo se relaja hasta los 416 puntos

MADRID Actualizado: Guardar
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Las acciones europeas sufrieron su cuarta jornada de descensos en esta semana aunque, en el caso del Ibex-35, la sesión prometió avances desde primera hora de la mañana. No ocurría lo mismo, sin embargo, en el resto de los índices del Viejo Continente. Pero también es verdad que en las últimas jornadas de pérdidas, el indicador español se había llevado la peor parte. Por lo tanto, no parecía sorprendente ese comportamiento para el selectivo. Además, los grandes valores acompañaban. Tanto los bancos, como Telefónica e Iberdrola.

Pero, en el último tramo de la sesión, el selectivo español se dio la vuelta y resultó ser el peor de la jornada. Al cierre, se dejó un 1,06%, para dar un último cambio en los 7.652,40 puntos. Ningún otro de los indicadores del Viejo Continente llegó a perder más de un 1%. El que le siguió fue el Ftse Mib de Milán, que perdió un 0,78%, mientras que el Cac 40 francés retrocedió un 0,72%. El Dax alemán, por su parte, se dejó un 0,68%, y el Ftse 100 británico, un 0,62%.

¿Qué ocurrió al final de la jornada para que los índices de renta variable se vinieran abajo, y muy especialmente el Ibex-35? No fue que la agenda macroeconómica de la sesión estadounidense fuera mal. De hecho, ocurrió todo lo contrario. La referencia más importante que allí se conoció fue el índice de confianza del consumidor que elabora la Universidad de Michigan y subió desde los 78,3 hasta los 83,1 puntos, cuando se espera un ligero debilitamiento, hasta los 78 puntos. Este progreso es coherente con la mejora que hemos visto últimamente en el mercado de trabajo. También cabe una lectura negativa: una recuperación del ritmo en la economía estadounidense pone fecha de caducidad, posiblemente, a las inyecciones de liquidez de la Reserva Federal. Además, se pueden comenzar a temer efectos secundarios inflacionistas: en septiembre, los precios subieron un 2,1% interanual, tres décimas más de lo esperado por los analistas.

Pero lo que a juicio de muchos tiró por tierra un final feliz para la Bolsa española en una sesión festiva en nuestro país fueron las advertencias realizadas por la directora gerente del Fondo Monetario Internacional, Christine Lagarde, que afirmó que el crecimiento económico global no es lo suficientemente rápido como para echar el freno al desempleo. Además, los créditos concedidos en China no cumplieron con las previsiones. El buen dato de confianza americano no pudo competir con esas referencias tan nefastas. Además, los resultados de Wells Fargo no sentaron bien, de hecho, a ellos hay quien atribuyó los descensos, mientras que los de JP Morgan estuvieron lejos de entusiasmar a los inversores.

Las noticias que llegaban desde el continente europeo no fueron malas. La producción industrial creció un 0,6% en agosto con respecto al mes de julio, cuando el consenso de mercado esperaba una contracción del 0,4%.

Mejora la prima de riesgo

En el mercado de deuda, la prima de riesgo cayó hasta los 418 puntos básicos desde los 429 en que cerró la jornada anterior. La rentabilidad del bono español a diez años se redujo desde el 5,77% hasta el 5,63%. Y la rentabilidad de la deuda a dos años, desde el 3,14% hasta el 3%. Eso sí, también bajó con mucha fuerza el interés de la deuda alemana, lo que es indicativo de la fuerte aversión al riesgo que hay en los mercados.

La rebaja del 'rating' de España por parte de S&P hace pensar en que el rescate está mucho más cercano. En este sentido, el comisario europeo de Asuntos Económicos y Monetarios, Olli Rehn, explicó que España podría obtener una línea preventiva de crédito del fondo de rescate permanente de la zona euro si decide pedir ayuda financiera. El Gobierno español podría utilizar esa línea para comprar sus propios bonos en el mercado primario.

De vuelta al Ibex, al final, el apoyo de los grandes valores se esfumó. Ninguno de ellos terminó la jornada liderando los avances. El más rentable fue Indra, que se apuntó un 2,06%, seguido de Enagás, que se apuntó un 0,95%. A continuación, el Popular, que subió un 0,62%, en su primera sesión alcista después de doce sesiones consecutivas de descensos, después de anunciar un depósito al 8% TAE para los inversores y ahorradores que se animen a acudir a su ampliación de capital. Gamesa, Endesa y Día completaron la lista de valores en positivo.

En rojo, el valor que más cayó fue Abengoa, que se hundió otro 4,17%. A continuación, Bankia, que se dejó un 3,44%. Mediaset, Bankinter y Grifols perdieron más de un 2%. Entre los bancos, descensos importantes también para CaixaBank y para el Santander, que perdieron alrededor de un 1,8%. BBVA retroceió un 1,46% y el Sabadell, cerca de un punto porcentual.

Pasemos a hablar de los otros 'blue chips': Iberdrola perdió un 0,72%, Repsol, un 0,57%, y Telefónica, un 0,54%. Quizás la operadora se colocó mejor por la venta de Atento por algo más de 1.000 millones de euros, aunque S&P colocó en perspectiva negativa la deuda de la operadora.

En el mercado continuo, La Seda de Barcelona fue el valor que más cayó de la sesión, con un retroceso del 4,69%. Fue el único que retrocedió más que Abengoa y Bankia. En positivo, Miquel y Costas lideró las subidas, con una revalorización del 4,40%.

El euro frustra la reconquista del nivel de 1,30

En el mercado de divisas, el euro intentó reconquistar el nivel de 1,30 unidades. Parecía que lo iba a conseguir, pero se quedó paralizado en el nivel de 1,2980 unidades. Y, al cierre, volvió a perder posiciones, para colocarse de nuevo en el punto de partida de 1,292 dólares.

En el mercado de materias primas, el barril de Brent, de referencia en Europa, retrocedió un 1,26%, para perder el nivel de los 115 dólares. El de West Texas, de referencia en Estados Unidos, caía algo menos, un 0,37%, con lo que lograba mantenerse cómodamente por encima de los 90 dólares. Los metales también cotizaban a la baja: el cobre perdió un 1,20%, y el oro, un 0,38%, para situarse en los 1.762 dólares la onza.