Un tercio de los niños juegan mal

Los niños españoles cada vez juegan menos y peor. El avance de la cultura urbana y la 'desaparición' de los chavales de la calle, un juego supeditado a las actividades extraescolares y las familias cada vez menos numerosas son las principales causas por las que los niños no disfrutan. Son las conclusiones de una encuesta realizada por el Observatorio del Juego Infantil (OJI) que ha analizado las costumbres de las familias españolas. Según esta radiografía, los niños tienen un lugar concreto para disfrutar del ocio, pero solo cuatro de cada cien lo hacen con sus vecinos.

Sí juegan con sus hermanos (63,8%), con compañeros y amigos (27,4%) y con los padres (53,2%) y madres (59,1%). Pero además han perdido la calle como un lugar para disfrutar. «La culpable es la propia sociedad. Incluso cuando reforman una plaza, se coloca un placa para prohibir que jueguen», apuntó Petra María Pérez, catedrática de Teoría de Educación de la Universidad de Valencia.

Este tiempo libre, lo disfrutan más con las videoconsolas y otro tipo de juegos electrónicos que con los juegos más tradicionales. Además, se da la circunstancia de que este tipo de juguetes se usan desde edades muy tempranas, ya que los progenitores lo consideran un instrumento sencillo para ellos aunque fomente la soledad de los niños, sobre todo para ellos. Ellas todavía prefieren, cuando tienen entre 3 y 5 años, las peluches, las muñecas bebé y las muñecas maniquí.

No obstante, los juegos de mesa, las bicicletas y los puzles todavía copan la clasificación de los juguetes predominantes en las casas españolas. El estudio también hace hincapié en que la mitad de los niños no salen de casa los fines de semana. Cuanto más mayores son los padres, más juegan en casa con los niños.