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El libre comercio para la región de Asia-Pacífico, más cerca

El presidente de EE UU, Barack Obama, anuncia el logro de un acuerdo sobre sus líneas maestras

HONOLULÚ (HAWAI) Actualizado: Guardar
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El pacto de libre comercio para la región de Asia-Pacífico conocido como TPP ha comenzado a cobrar cuerpo con el logro en Honolulú (EE UU) de un acuerdo sobre sus líneas maestras.

El presidente de EE UU, Barack Obama, ha anunciado el acuerdo "a grandes líneas" tras una reunión con los líderes de los nueve países que ya han expresado su intención de sumarse: además del suyo, Brunei, Malasia, Perú, Chile, Nueva Zelanda, Australia, Singapur y Vietnam.

"Aún hay que resolver detalles", ha indicado Obama. "Estoy convencido de que podemos lograrlo. Juntos podremos impulsar las exportaciones y poner más bienes a disposición de nuestros consumidores, crear más empleos. Podremos competir y ganar en los mercados del futuro", ha agregado.

Por su parte, en una comparecencia ante la prensa, el presidente de Chile, Sebastián Piñera, ha dicho que el acuerdo permitirá crear "la zona de libre comercio más grande del mundo", en un momento en que la Ronda de Doha sigue "paralizada". "Hoy hemos dado un gigantesco paso adelante en la conformación del acuerdo de comercio en el área del Pacífico", ha comentado Piñera.

Nueva ronda de contactos

Con el anuncio de Japón el viernes de su disposición a sumarse, el pacto de libre comercio, que comenzó a negociarse en 2008 y que hace unos meses parecía poco más que una quimera, cobra ya auténticos visos de convertirse en una realidad viable.

Los equipos negociadores mantendrán una nueva ronda de contactos en diciembre, que continuarán a lo largo del año próximo, han indicado los países miembros en un comunicado. Entre las cuestiones pendientes de resolver se encuentran asuntos como la competencia, los servicios transfronterizos y el comercio electrónico. La esperanza es poder contar con un texto legal sobre la creación de la alianza comercial para el próximo verano, de modo que los ministros de Economía puedan revisarlo en su reunión de entonces. Para ello, los miembros ya existentes tendrán que superar una serie de hitos.

Al mismo tiempo continuarán las negociaciones, en paralelo, para los términos exactos de la adhesión japonesa. Obama tiene previsto reunirse esta tarde con el primer ministro nipón, Yoshihiko Noda, para comenzar a analizar hasta qué punto Tokio quiere implicarse en el proyecto. La adhesión de Japón, la tercera economía del mundo, es de suma importancia para el plan, pues puede abrir las puertas a que otros países, como México o Canadá, también se sumen. Hasta ahora, Tokio se había mostrado reticente debido a los ajustes que tendría que efectuar, entre otras áreas, en su sector agrícola.

El TPP, ha subrayado Obama, potenciará las economías de los países participantes y permitirá que EE UU alcance la meta de su Gobierno de doblar las exportaciones en el plazo de cinco años. "Con cerca de 500 millones de consumidores, hay muchas cosas que podemos conseguir juntos", ha afirmado.

Asimismo, ha considerado que el acuerdo podrá servir de modelo a futuros tratados de libre comercio, abarcando asuntos que no se han incluido en otros pactos comerciales anteriores tales como las regulaciones de mercado.

Las reticencias de China

Obama ha mencionado también específicamente los derechos de los trabajadores y las protecciones al medio ambiente. Son, precisamente, las áreas que echan atrás a China, un país que ha expresado grandes reservas sobre el proyecto y que es más partidario de apostar por la vieja meta a largo plazo del Foro de Cooperación de Asia-Pacífico (APEC): el establecimiento de un Área de Libre Comercio para el Pacífico.

China, que argumenta que los países de la zona tienen economías y ritmos muy distintos, indicó el viernes que no ha sido invitada a unirse al TPP. A ello, el secretario de Comercio de EE UU, Ron Kirk, replicó que el TPP "no es un club cerrado" y, por tanto, nadie debe esperar a una invitación para poder sumarse. En este sentido, el consejero de Seguridad Nacional para Asuntos Económicos en la Casa Blanca, Michael Froman, ha precisado que los países no reciben una invitación, sino que solicitan sumarse si cumplen las condiciones para ello. "El TPP no es algo a lo que uno es invitado. Es algo a lo que uno aspira", ha recalcado el alto funcionario.