Ciudadanos en una oficina de empleo. / Efe
ANÁLISIS

Una situación cada vez más preocupante

Los jóvenes siguen siendo otro de los colectivos con peores perspectivas

PROFESORA DE ECONOMÍA DE LA UNIVERSIDAD DE NAVARRA Actualizado: Guardar
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Los últimos datos del paro son de nuevo noticia. Y no una de las, tan escasas últimamente, buenas noticias. Según los datos de la encuesta de población activa (la ya tristemente famosa EPA) 4.978.300 personas buscan trabajo infructuosamente en nuestro país. La cifra coloca la tasa de paro en el 21.5%, un aumento que además se combina con una reducción en la tasa de actividad.

Dentro de las cifras globales de aumento del paro se encuentran diversas situaciones. Por ejemplo, por tipo de contrato, se observa una reducción del número de contratos indefinidos pero una subida en el de contratos temporales. Tampoco la evolución por sexos ha sido uniforme: las bajadas en las tasas de ocupación y empleo femeninas son más pronunciadas que sus equivalentes masculinas. Sectorialmente, ha sido entre los servicios donde más se ha notado el aumento del paro, mientras que la industria ha mostrado el comportamiento opuesto. Los jóvenes siguen siendo otro de los colectivos con peores perspectivas.

Por comunidades, el crecimiento de la tasa de paro a nivel nacional oscurece perspectivas regionales de signos diversos. De hecho, la tasa de paro se ha reducido en nueve comunidades (aunque en la mayoría de los casos las caídas son mínimas, a menudo de unas pocas décimas) y se aprecian diferencias significativas. Por ejemplo, es en Navarra donde encontramos la menor tasa de paro (por encima del 11.5%), donde la tasa de paro es casi tres veces menor que en Andalucía (con una cifra de casi el 31% de los activos sin empleo).

Quizá una de las cifras más significativas, por preocupante, sea el marcado ascenso del número de familias con todos sus integrantes en paro. En comparación con el mismo periodo del año pasado, en España ha crecido en algo más de un 10% de familias más con todos sus miembros activos en situación de desempleo. El número ronda el millón y medio de hogares, suponiendo casi un 11% del total. El número de familias en esta situación se ha triplicado en los cuatro años de crisis, y marca el paso de la igualmente alarmante cifra de hogares en los que nadie recibe un ingreso (más de medio millón).

En suma, los datos del paro vienen a confirmar la difícil situación que atraviesa nuestra economía. Aunque es de todos sabido que los números ocultan realidades difícilmente medibles por ningún organismo público, se constata de nuevo la preocupante realidad de nuestro mercado laboral.