Juanjo Oliva triunfa con una autobiografía de su carrera

Ion Fiz ha arrancado la tercera jornada de Cibeles con una colección muy primaveral realizada con sedas, organzas, tules rafia y tejido de saco. El diseñador vasco ha rescatado en ‘Moka’ sacos originales de café de Colombia y Panamá que ha aplicado en blazers, chalecos, faldas y ‘shorts’. De talle clásico, Ion Fiz apuesta por sofisticados vestidos de cóctel con cortes asimétricos y faldas globos. Para el hombre elige el lino y la alpaca de verano en blazers estilo safari y bermudas.

Maya Hansen, quien tuvo como espectadora a una de sus mejores clientas, la televisiva Pilar Rubio, presentó su nueva colección de corsés inspirada en los nudos. ‘Knotted’ es el título bajo el que se cobijan unos atrevidos corsés que marcan cintura y exageran las caderas. Pelo sintético en forma de trenzas a modo de pasamanería o extensiones en colas de caballo que nacen de las caderas. Satén, tafetán, sarga y polipiel como base y cintas de raso y piel como detalles. Maya Hansen cerró su desfile de marfil, camel, mandarina, turquesa, negro y oro con un corsé-joya con más de 8.000 cristales de Swarovski.

La mañana se cerró con las propuestas de la aventajada discípula de John Galliano, Elisa Palomino, que presentó su colección, ‘Una danza de hadas’, inspirada en la nostalgia de un mundo mágico. Mariposas de organza en tonos azules, flores de loto de color marfil, pagodas y casas de té rojo laca, lirios, colibríes… El universo de Elisa Palomino se deja ver en cada uno de los hiperfemeninos vestidos que la diseñadora presentó sobre la pasarela. Como es habitual, los dibujos de flores de los mantones de Manila también encuentran su hueco la próxima primavera en las propuestas de Palomino, en forma de estampado o bordado.

Tarde de color

Los hermanos Muñoz han sido los encargados de abrir una tarde en la que Ailanto no sólo celebraba su décimo aniversario sobre la pasarela Cibeles sino que se reafirmaba con una colección inspirada en el arte francés y la danza contemporánea. Sutiles y elegantes estampados florales y animales que recuerdan a las grandes firmas francesas y dibujan una elegancia ultrafemenina matizada unas veces con trenzados de rafia, cadenas de plata y arandelas cromadas y otras, velada con redes.

Frente a la temporalidad de la moda Fernando Lemoniez permanece fiel a su estilo en una colección marcada por la seducción y sofisticación no forzada. Una colección de abrigos y faldas en tweed azul y marrón que el diseñador contrasta en movimiento y color con tejidos más suaves como muselinas y sedas, rematando cada propuesta con zapatos sencillos y femeninos pero en los que el color -rojo o negro- sigue siendo protagonista. Intesesantes propuestas son un único estampado geométrico, un impermeable en seda tratada, así como una serie de vestidos en blanco óptico en los que Lemoniez introduce lazos pintados a mano logrando efectos trompe-l'œil.

El triunfo de Oliva

Lo mejor del día todavía estaba por llegar. Juanjo Oliva se propuso hacer un autorretrato de todas sus creaciones a lo largo de sus diez años en el mundo de la moda y el resultado fue inmejorable. El diseñador echó la vista atrás en una búsqueda de su identidad y la encontró en una completa serie dedicada a la noche, abierta y cerrada por la modelo Nieves Álvarez, transformada en actriz de los años treinta. Prendas de hombros trabajados, cinturas y caderas marcadas y la utilización de bordados en cadenas doradas y detalles de hojas de palmera de metal como remate, que sirven para sostener y realzar las capas con las que cubre su único pantalón blanco o un vestido negro que cede paso al azul pato o rosa flamenco.

Con su línea AA, Amaya Arzuaga presentó una colección de volúmenes obtenidos a base de abullonados y pliegues planchados de microtafetán. Un efecto acordeón con el que la diseñadora recrea las flores rizadas y adorna los escotes de sus creaciones en mostaza ácido, gris perla, malva y arena. Una colección que sigue llevando el sello Arzuaga en el que el contraste de volúmenes y materiales es constante así como los son los escotes geométricos y pronunciados. Arzuaga -a punto de regresar por tercera vez a París- muestra una mujer sexy en una colección de minishorts, bodies y faldas cortas en la que el pantalón pitillo se hace tobillero.

Ana Locking será la encargada de cerrar la tarde 'Under Beauty', una colección basada en el 'no es oro todo lo que reluce' y que, sin embargo, pondrá el broche de oro a esta tercera jornada de la Cibeles Madrid Fashion Week. La diseñadora parte de la apariencia inocente de los tejidos liberty para descomponerlos y crear sus propios estampados florales en los que introduce distintas variedades de insectos. Satén de seda, algodón y crep satin para sus bloques de color turquesa, lima o rosa empolvado son las materias primas que trabaja la diseñadora para una colección en la que el volumen que otorga a la mujer se convierte en asimetrías en sus propuestas masculinas, donde las solapas parecen no querer doblarse y los cuellos retorcerse en una falsa imperfección de una perfecta colección.