Rajoy ofrecerá al PSOE seis pactos de Estado si gobierna

Mariano Rajoy, si gana las elecciones del 20 de noviembre, ofrecerá a los socialistas seis pactos de Estado. Después de casi ocho años en los que los acuerdos entre los dos grandes partidos han sido la excepción, el PP está dispuesto, siempre que su líder se instale en el palacio de la Moncloa, a llegar a consensos en los "grandes" asuntos, entre ellos política territorial, exterior, económica, justicia, educación y en la estructura del Estado de las Autonomías.

La secretaria general del PP, Dolores de Cospedal, dio por descontada la victoria electoral de su partido, como hizo la víspera el propio Rajoy ante la Junta Directiva Nacional de su partido, y apuntó que a partir de ese momento se abrirá una nueva etapa política. Rajoy, dijo la número dos del partido, está "convencido" de que en los asuntos de Estado es conveniente "la conformidad" de los dos partidos mayoritarios. Achacó además que no haya habido más pactos en los últimos años a que los socialistas no lo hayan visto necesario y recordó que cuando el líder de la oposición ofreció en 2009 al presidente del Gobierno un acuerdo presupuestario José Luis Rodríguez Zapatero lo rechazó por diferencias ideológicas.

PSOE y PP en estas dos legislaturas solo han sido capaces de ponerse de acuerdo en el rescate bancario con el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria, la reforma del sistema de las cajas de ahorro, las misiones internacionales de paz y la reforma constitucional para fijar el límite al gasto público. En el resto de temas, algunos no menores como la reforma laboral, la de las pensiones o el plan de ajuste del gasto de mayo del año pasado, el entendimiento fue imposible y el Gobierno logró sacarlos adelante gracias al auxilio de los nacionalistas vascos y catalanes. El jefe del Ejecutivo, a su vez, puso sobre la mesa acuerdos con el PP en materia energética y educativa que el partido de Rajoy desdeñó.

Fuera del ámbito parlamentario, socialistas y populares mantuvieron la sintonía estos últimos años en la política antiterrorista después de los fuertes desencuentros de la primera legislatura por el proceso de paz abierto por el Gobierno con ETA que contó la oposición absoluta de los populares. Los únicos roces en estos últimos años han surgido a propósito de la participación de Bildu en las elecciones municipales y su entrada en las instituciones, algo que el PP considera inadmisible.

Cospedal no fue la única dirigente del PP que abogó por los acuerdos de Estado tras las elecciones, el vicesecretario de Comunicación y hombre próximo a Rajoy, Esteban González-Pons, dijo que cuando su partido "gane" los comicios podrá en marcha un plan de reformas estructurales en el que contará con el PSOE porque "obligatoriamente" se tendrá que implicar. Incluso, apostilló, si su partido alcanza la mayoría "suficiente", eufemismo de absoluta, conelectoral, Ana Mato, informó que el lema para esta etapa será "Empieza el cambio". Será una frase, sin embargo, que solo podrán ver los simpatizantes en los actos políticos del PP porque los dos partidos mayoritarios alcanzaron un acuerdo para hacer publicidad callejera durante la precampaña como medida de austeridad.

Zapatero y Rubalcaba

Aunque no aparecerá en los carteles otra de las ideas fuerza del partido opositor será que Zapatero y Alfredo Pérez Rubalcaba son "la misma cosa" para subrayar el concepto de "cambio" que, según el PP, representa Rajoy, frente a la "continuidad" en el PSOE.

Recordará asimlia mayoría", en nueva alusión a la absoluta, un objetivo para el que será determinante el trasvase de votos de PSOE a PP. En este sentido la directora de la campaña cifró en un millón los electores socialistas que apoyarán el 20 de noviembre las candidaturas populares, mientras que entre sus seguidores apenas esperan deserciones porque la fidelidad alcanza niveles de un 90% de constancia.