El Tesoro renuncia a la subasta de deuda del 18 de agosto

El Tesoro no realizará ninguna nueva emisión de bonos en el mes de agosto, a pesar de que en el calendario publicado, y mantenido hasta el mes pasado, constaba la previsión de acudir al mercado el próximo día 18. En un gesto que provocó cierta inquietud, el organismo dirigido por Soledad Núñez explicó que «como en años anteriores, el Tesoro ha decidido no convocar ninguna subasta de obligaciones durante el mes de agosto». Con la prima de riesgo rondando los 400 puntos básicos, el mensaje despertó la inquietud.

Aún así, el organismo se esmeró en señalar que ya en julio esa subasta desapareció del calendario, siguiendo una estrategia mantenida desde 2009 y que se sustenta en que durante el presente mes hay demasiada poca actividad para mantener la emisión. La realidad es que la subasta no se anula ni se aplaza, puesto que ni siquiera estaba convocada. El incidente llegó pocas horas después de que España colocara con relativo éxito 3.300 millones de euros en dos emisiones de bonos a corto plazo. Y justo después de que la locura se adueñara de los mercados y la prima de riesgo, tanto la española como la italiana, volvieran a cotas récord.

La demanda fue relativamente buena (las peticiones doblaron el papel ofrecido) pero, como era de prever, el interés exigido por los inversores fue algo más caro en las últimas ocasiones en las que se colocaron títulos parecidos. En concreto, el Tesoro colocó 2.198 millones en bonos a tres años, con un interés marginal (el último cruzado por los operadores antes de cerrar la oferta) del 4,9%, medio punto porcentual por encima del que se pagó por ese mismo instrumento el pasado julio.

Al tiempo, se vendieron títulos a cuatro años que sustituían a otros iguales en circulación y que vencían en enero de 2015. En este segundo paquete, el Tesoro captó otros 1.111 millones, con un coste del 5% frente al nominal del 4,4% con que nacieron los bonos.

Después de esta emisión, España ha completado ya el 60% de todas las operaciones a largo plazo que tenía previstas para el conjunto de 2011. Un porcentaje, sin embargo, algo por debajo del que presentan a la misma fecha algunos países como Italia.

La ministra de Economía, Elena Salgado, que la víspera descartó por completo cualquier tipo de anulación o aplazamiento de la colocación del jueves, se felicitó por los resultados de la subasta, sobre todo por la buena demanda. "Es una buenísima señal", declaró la vicepresidenta económica a la cadena Ser. Salgado recordó también que agosto es una época de enorme volatilidad, y destacó que el 60% de las peticiones de papel español llegaron de fuera del país, lo que interpretó como una señal de que España sigue otorgando confianza a los inversores.