Josep Franch, penetra a canasta en un partido del pasado Eurobasket sub-20 / Efe
CATEGORIAS FORMATIVAS

El baloncesto español se asegura el 'stock'

Repite otro éxito de cantera con tres oros europeos y una plata mundial en julio gracias a varias generaciones que garantizan el relevo de las selecciones absolutas

MADRID Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Los intereses de la Federación Española recibieron un duro revés nada más comenzar el verano. La selección absoluta femenina se derrumbaba en el Eurobasket de Polonia. El cansancio de Sancho Lyttle y la lesión de Amaya Valdemoro supusieron un lastre demasiado pesado, lo que llevó a perder, incluso, el billete para el Preolímpico de Londres 2012, una catástrofe mayúscula si se tiene en cuenta que el pasado año el equipo se había aupado al tercer cajón del podio.

A partir de entonces y hasta la llegada de la gran cita veraniega con el Eurobasket masculino de Lituania, las miradas se centraron en el goteo de compromisos al que se enfrentaban las selecciones inferiores en los torneos de formación. El saldo, por el momento, ha sido casi inmejorable: cuatro medallas. Las últimas, el pasado domingo, correspondientes a un oro en el Europeo sub-18 y a una plata conquistada por las chicas de sub-19 en el Mundial celebrado en Chile. Dos metales que se unen a los títulos conquistados por las selecciones sub-20, la masculina en Bilbao y la femenina en Serbia.

En total, en lo que se lleva de verano en competiciones continentales se han logrado 30 de 31 victorias posibles, con la única derrota en el partido inaugural de los cadetes en el Europeo de la República Checa, precisamente contra los anfitriones. Si se contabilizan también los del Mundial sub-19 femenino la cifra es de 37 encuentros ganados de 40. Una marca que ha endulzado el sabor de la amarga cucharadita de aceite de ricino con la que arrancó el periodo estival.

Mirotic, la gran realidad

Sin embargo, más allá de guarismos con tintes triunfalistas, lo que ha cobrado especial relevancia es que ya son varios nombres los que se han puesto sobre el tapete del relevo generacional que, en algún momento de las próximas temporadas habrá que acometer de forma más o menos escalonada. La realidad más incipiente corresponde a Nikola Mirotic. Ala-pívot montenegrino de nacimiento, nacionalizado español. Con apenas 20 años, irrumpió con fuerza en medio del errático Real Madrid cuando Ettore Messina todavía estaba al timón de la nave blanca. Un mérito que le sirvió para entrar en las cábalas del seleccionador Sergio Scariolo. Aunque algunos le veían como el relevo ideal a Jorge Garbajosa, el italiano acabó por incluir a Serge Ibaka, jugador del los Thunders de Oklahoma en detrimento de Mirotic.

En la capital vizcaína, el espigado jugador fue un líder indiscutible. Nombrado como el mejor del campeonato firmando una estadística inédita en el Europeo sub-20, el último escalón de los torneos de formación. Le arrebató a Kostas Vasileadis (jugador del Bizkaia Bilbao Basket) el tope anotador del Europeo merced a una media de 25,5 puntos por partido con actuaciones brillantes frente a Ucrania (41 puntos) o la semifinal contra Rusia (37). Sin embargo, el futuro de Mirotic en la absoluta está condicionado por la normativa de la FIBA. La que podría ser una temible pareja en la pintura el día de mañana, la del congoleño Ibaka y el montenegrino del Madrid, a día de hoy no es más que una fábrica de suspiros entre miles de aficionados puesto que el máximo órgano del baloncesto solo permite la inscripción de un único nacionalizado en los torneos.

Franch y Sastre

En la sub-20 también brillaron Josep Franch (base del Joventut) y Joan Sastre (alero del Cajasol). El primero, aun cuando era un jugador tierno, tuvo la responsabilidad de cubrir una lesión de Ricky Rubio. "Preferimos a Franch al cien por cien que a Ricky al 40%", decía Sito Alonso, por aquel entonces entrenador de la 'Penya'. El punto de madurez le llegó cuando tuvo que cubrir la marcha del actual base de los Timerwolves, lo que le valió ir como invitado el pasado verano a la concentración de la selección absoluta. El director de juego ha demostrado este verano ser un jugador que sabe imprimir velocidad y que cuenta con unas cualidades físicas destacadas con las que se marcó mates que levantaron de los asientos las posaderas de los aficionados en varias ocasiones.

Sastre también fue fundamental en el torneo, tomando en un momento clave como los cuartos de final el relevo anotador de Mirotic, aunque un codazo que aterrizó en su nariz le privó de la final. Ahora se enfrenta al reto de ir consiguiendo minutos y responsabilidad en la rotación exterior del Cajasol. Si continúa su progresión a las órdenes de Joan Plaza es probable que sume su nombre a futuras convocatorias.

Más 'juniors de oro'

El domingo se consumó la victoria de la selección sub-18 frente a Serbia. Se vuelve a dar otra hornada de 'juniors de oro', un título acuñado por la generación de Pau Gasol, Juan Carlos Navarro y Felipe Reyes cuando tumbaron a Estados Unidos en el Mundial de 1999 y que, años más tarde, heredaron en Zaragoza Sergio Rodríguez y Carlos Suárez al ganar el Europeo.

En este caso, los nombres propios de esta generación son los de Jaime Fernández, base del Estudiantes que ya ha gozado de sus primeros minutos en ACB de la mano de Luis Casimiro y que se incorpora al primer equipo este año; Daniel Díez, canterano del Real Madrid; y Álex Abrines, producto de la factoría del Unicaja.

Este último se proclamó MVP del torneo en la que ha sido su primera participación internacional. Jugadores que apunta lejos, aunque su próximo reto es reeditar la hazaña lograda por Mirotic y compañía este verano.