Gaetane Thiney, Elodie Thomas y Corine Franco. / Ap
viejos prejuicios

El fútbol femenino luce su lado más sexy

Casi todo vale, incluidos los desnudos, para romper viejos prejuicios y ganar popularidad

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Maquillaje, 'looks' perfectamente estudiados, publicidad retocada con programas informáticos y sesiones fotográficas como improvisadas modelos, incluso desnudas. Todo vale para romper con viejos prejuicios del fútbol femenino, que quiere ser cada vez más popular. Francia, uno de los protagonistas de esta edición tras comenzar con dos triunfos, acaparó el interés el domingo en las páginas del diario popular Bild, pero no por sus méritos exclusivamente futbolísticos, sino por los desnudos de tres jugadoras, Gaetane Thiney, Elodie Thomas y Corine Franco.

"Las fotos han salido realmente bonitas y me gustan. Queríamos provocar y generar discusión", comentó Thiney, autora de dos tantos en la goleada del jueves ante Canadá (4-0), al periódico alemán, que tituló el reportaje con una expresión de lo más francesa: "Oh Là Là!". El fútbol alemán había marcado antes ese gol y ya había sido portada de una publicación erótica, la edición germana de Playboy, con Julia Simic, Ivana Rudelic, Annika Doppler, Selina Wagner y Kristina Gessat, internacionales Sub-20, aunque ninguna de ellas presente en la actual cita absoluta.

Las jugadoras del equipo de mayores, más vestidas, están siendo protagonistas en las últimas semanas en el país de varias campañas publicitarias, donde posan maquilladas y vestidas como auténticas modelos, realzando su lado femenino al máximo y posando como si llevaran toda la vida dedicadas a ello "El Mundial más bonito de todos los tiempos", fue el eslogan de una marca de electrodomésticos del país, resaltando la belleza de algunas de las participantes, como reclamo y gancho para captar seguidores... y clientes..

Las cámaras de televisión se recrean a menudo con las más guapas, con primeros planos para jugadoras como la portera estadounidense Hope Solo y sus ojos azules, aún cuando el balón no está en su zona del campo. El técnico de las brasileñas, Kleiton Lima, bautizó este torneo como "el Mundial del glamur" por la popularidad de las participantes, el halo que las rodea y por el interés entusiasta del público de Alemania. Algunas jugadoras han explicado antes y durante el torneo que en el pasado fueron víctimas de los prejuicios sexistas y de imágenes negativas preconcebidas que ciertos sectores del público tienen sobre una mujer que quiere dedicarse al fútbol profesional.

La alemana Birgit Prinz explicó que en el paso tuvo que escuchar que le llamaran "macho" desde la grada y la mexicana Maribel Domínguez, que en su infancia tuvo que hacerse pasar por chico y rebautizarse 'Mario' para poder jugar, contó que fue habitual recibir insultos que ponían en duda su femineidad. En un pasado reciente, el tenis adquirió una relanzada popularidad con la irrupción en el circuito de las hermanas Williams y sus atrevidas indumentarias o la generación de las rusas, con la retirada Anna Kournikova y la reciente finalista de Wimbledon Maria Sharapova, con lo que el referente está claro. Pero la estrategia no vale para todos los países y las diferencias culturales y sociales son todavía enormes: la selección femenina iraní, ausente en este Mundial, fue excluida de las eliminatorias olímpicas porque las jugadoras se negaron a jugar sin velo, como dictaban las normas FIFA.