Imagen del eclipse en Bruselas. / Efe
fenómeno natural

Las nubes deslucen el eclipse lunar

Las zonas donde mejor visibilidad habrá serán la costa mediterránea y el archipiélago balear

MADRID Actualizado: Guardar
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El cielo no fue esta noche el mejor aliado para contemplar el eclipse total de luna, ya que las nubes impidierona los miles de científicos y aficionados que se concentraron en numerosos espacios abiertos del país disfrutar de un espectáculo que no se volverá a repetir hasta el 27 de julio de 2018.

Como ocurrió el pasado 4 de enero, cuando las nubes frustraron el primer eclipse del año -aunque en aquella ocasión se trató de uno parcial de sol- el cielo estuvo muy nuboso en grandes áreas de la península y en los archipiélagos. Los más afortunados fueron los ciudadanos que han seguido el eclipse desde el cuadrante noreste -algunos observatorios catalanes han ofrecido las imágenes más nítidas- y en menor medida los que se reunieron en la cima más alta del país, el Teide (Tenerife), aunque las nubes han impedido allí la observación continuada.

Miles de personas buscaron espacios abiertos, como playas, azoteas, miradores o cumbres para observar el fenómeno natural que se produce cuando la Tierra se interpone entre el Sol y la Luna. En el centro peninsular, las nubes han impedido la observación del eclipse , y lo mismo ha ocurrido en prácticamente toda la mitad noroeste de la península. En las redes sociales se sucedieron los mensajes de frustración de numerosos ciudadanos que no pudieron contemplar el fenómeno, aunque también se cruzaron los de numerosos internautas que sí disfrutaron de la observación, la mayor parte de ellos procedentes de Cataluña y de otros puntos del litoral mediterráneo.

Desde el Teide, la imagen se transmitió además a través de varias televisiones por internet y de páginas web de fundaciones, de agrupaciones astronómicas y de museos. En su cumbre se han congregado decenas de científicos y de aficionados, llegados desde varias ciudades españolas, que han contemplado además durante el crepúsculo cómo a la alineación perfecta que formaban el Sol, la Tierra y la Luna se sumaba la sombra del volcán. Durante la retransmisión, los astrónomos que intervinieron han explicado las diferentes fases en que se encontraba el eclipse, lamentaron la interrupción de la observación en algunos momentos a causa de las nubes y han apuntado que se ha tratado de uno de los eclipses más oscuros de los últimos años.

En Valencia, la popular playa de la Malvarrosa fue uno de los escenarios elegidos por los aficionados y los científicos para seguir el eclipse , y en Barcelona, la Agrupación Astronómica (ASTER ) ha instalado seis telescopios en el Castillo de Montjuic para que los ciudadanos contemplaran el fenómeno. También desde Cataluña, el Parque Astronómico del Montsec, en Lérida, retransmitió en directo el eclipse desde el Centro de Observación del Universo de Áger, que cuenta con uno de los cielos más limpios de esta comunidad y que ha ofrecido a los internautas una de las imágenes más nítidas de la luna eclipsada.

Punto álgido

El punto máximo del eclipse se produjo en torno a las 22:15 horas (hora peninsular), pero la fase de totalidad comenzó casi una hora antes -aunque en ese momento era difícilmente perceptible debido a la claridad que todavía había- y prolongó hasta pasadas las 23:00 horas. La sombra de la Tierra ha eclipsado la luna, pero en los lugares donde el fenómeno ha sido visible y a través de las diferentes retransmisiones por internet se ha comprobado que el astro no ha llegado a desaparecer por completo, ya que los rayos de sol difuminados a través de las diferentes capas de la atmósfera sí contribuyeron a iluminar, aunque muy débilmente, la cara visible de la Luna.

Su aspecto ha sido además ligeramente rojizo, debido, según explicaron varios científicos durante las retransmisiones, a la cantidad de partículas en suspensión provocadas por las emisiones de varios volcanes durante los últimos meses. El fenómeno fue visible en toda Europa, África, Asia y Oceanía, según los datos del Observatorio Astronómico Nacional, que ha recordado que cada año se producen entre cuatro y siete eclipses, incluyendo los de Sol y los de Luna, y que normalmente suelen ir acompañados, de forma que uno se produce transcurrido medio ciclo lunar después del otro.

En este caso, el eclipse de luna se produjo entre dos eclipses parciales de sol: el eclipse del pasado 1 de junio, que fue visible en el Este de Asia y en los extremos más septentrionales de Norteamérica y Europa; y el eclipse del próximo 1 de julio, que será visible en el sur del Océano Índico y en la Antártida.