tsunami en el pacífico

Francia revisará los sistemas de seguridad de sus centrales

El presidente Sarkozy pide que "no se minimice" el riesgo nuclear en Japón provocado por el accidente en Fukushima

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El presidente francés, Nicolas Sarkozy, ha pedido que "no se minimice" el riesgo nuclear en Japón provocado por el accidente en la central atómica de Fukushima tras el terremoto y el tsunami que sufrió el país el pasado viernes. "Estoy informado al minuto de los hechos dramáticos de Japón. Son hechos graves, incluso muy graves, que no se deben minimizar", ha resaltado el presidente en la localidad de Lauzerte, al sur de Francia. "Los hechos que se han producido en Japón son absolutamente dramáticos" y "de una amplitud considerable", ha agregado.

Sarkozy ha asegurado que su Gobierno "sacará conclusiones" de lo que está sucediendo en Japón y ha señalado que comenzará a hacerlo a partir de mañana, en la reunión del Consejo de Ministros. Francia es la segunda potencia nuclear mundial, por detrás de Estados Unidos y por delante de Japón, y obtiene el 76,2% de su electricidad de sus 58 reactores, repartidos en 19 centrales. "Tendré la ocasión de hablar de la energía nuclear, de lo que aporta a Francia, de la seguridad del proceso nuclear francés y al tiempo de la obligación de ver lo que pasa en otros lugares para aprovechar la experiencia, para garantizar a los franceses que eso no puede pasar aquí", ha manifestado.

En esa línea, el primer ministro galo, François Fillon, ha anunciado que ordenará una revisión de los sistemas de seguridad de todas las centrales de su país. "Vamos a proceder a pruebas de seguridad de cada central en Francia, que serán controladas a la luz de las enseñanzas que se tengan de la catástrofe de Fukushima y los resultados de estos controles serán hechos públicos", ha afirmado el jefe del Gobierno ante los diputados del país. El primer ministro ha indicado que los controles estarán dirigidos esencialmente a determinar el nivel de aguante de las centrales a los terremotos y eventuales tsunamis.

El Gobierno francés considera que el riesgo por el accidente nuclear en Japón es "extremadamente elevado" y que las últimas evoluciones parecen llevar a una catástrofe nuclear. El ministro de Exteriores, Alain Juppé, que como el resto de sus homólogos del G-8 recibió ayer explicaciones del responsable diplomático japonés, ha estimado a partir de esas informaciones en una entrevista a la emisora de radio 'Europe 1' que "la situación es extremadamente grave" y que "el riesgo es por tanto extremadamente elevado". Juppé ha dicho que el titular japonés de Exteriores "naturalmente está inquieto" por lo que ocurre, y ha recordado que el Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) "está movilizado", al igual que los expertos franceses.

"No estamos en Chernóbil"

En otra entrevista a la radio 'RTL', el titular francés de Industria, Éric Besson, ha reconocido que "puede haber una catástrofe nuclear, pero no estamos en el escenario de Chernóbil" y que por las informaciones recibidas desde el fin de semana "parece que vamos a eso". Besson ha explicado que una situación catastrófica se daría si la cobertura del núcleo del reactor se quebrara y ha admitido que "parece que vamos por ese camino".

Juppé ha admitido que "hace falta un debate sobre la seguridad nuclear", pero a continuación ha puntualizado que "decirles a los franceses que se va a salir de la energía nuclear es mentirles" porque el país "no puede prescindir durante los próximos decenios". Ha argumentado que aunque hay que dar un impulso a las energías renovables como "estamos haciendo", estas fuentes representarán como máximo un 20% en los próximos años. En la actualidad, los 58 reactores nucleares franceses generan en torno al 80% de la electricidad del país.

En esa misma línea, Besson ha asegurado que "no cerramos la puerta" a un debate, pero ha exigido a que los que se manifiestan por el cierre de las centrales atómicas que digan por qué las van a sustituir, y ha recordado que gracias a las nucleares Francia tiene una electricidad un 40% más barata que en el resto de la Unión Europea.