fútbol | primera división

El Villarreal se consolida en el tercer puesto

Cani firma el gol antológico que no consiguió Pelé en un encuentro intenso en el que Osasuna se acerca al descenso (4-2)

CASTELLÓN Actualizado: Guardar
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Cani tiene descaro, además de una técnica envidiable. Una semana después de arrojarle una botella de plástico a Mourinho, le sacó los colores a Ricardo, casi un cuarentón que no había recibido un golazo semejante en toda su carrera profesional por el Atlético, Valladolid, Manchester United, Racing y Osasuna. Justo desde el centro del campo pero escorado a la derecha, le sorprendió con disparo antológico. Bromas aparte, fue una acción clave y memorable, digna de un superclase y nada comparable con un feo gesto antideportivo, aunque mediase cierta provocación del técnico portugués.

Uno de los goles de la Liga para un choque vibrante, de ida y vuelta y con media docena de dianas, una característica del vistoso Villarreal en sus últimos cuatro partidos. Y un choque en el que los ataques se impusieron a las defensas, sobre todo en los saques de esquina. Hasta cuatro tantos llegaron a través de esa estrategia. Terminada la primera vuelta, el 'submarino amarillo' consolida su tercera plaza, y los 'rojillos' se acercan a la zona de descenso porque fuera de casa no se aclaran y ya suman casi un año sin ganar, desde que precisamente se impusieron en El Madrigal y precipitaron el adiós de Valverde. Entonces estaba Juanfran y Osasuna no estaba tan mermado por las bajas que ahora le acudían.

Camacho frunció el ceño recién iniciado el choque, cuando centro de Camuñas fue interceptado con la mano por Bruno. Rubinos no indicó penalti porque vio la infracción involuntaria o, simplemente, porque era solo el principio. En todo caso, fue una de esas acciones que marcan un duelo desequilibrado. Así y todo, Ricardo ya evitó que todo se decidiera antes del descanso. Salvó sendos remates de Rossi, tras enorme control con el pecho del italo-americano- y de Cani después de que Marco Ruben adelantase a los locales al cabecear un centro medido de Borja Valero. Marcaba el argentino por cuarto partido consecutivo.

Intensa la segunda mitad. Los navarros salieron a por todas y enseguida encontraron premio. Un córner prolongado por Sergio y rematado por el húngaro Vadocz igualaba la contienda. Pero está visto que los 'rojillos' flaquean lejos de su Reyno. Sólo dos minutos después, el 'insolente' Cani se sacó un golazo de la nada y preludió la rendición de los navarros, abnegados, bien arriba pero penosos en la defensa de los córners. El debú de Cicinho resultó intrascendente, más bien para el archivo histórico.