España no puede culminar un buen partido y pasa de ronda sin puntos

La selección española no pudo culminar un buen partido ante Dinamarca, una de las anfitrionas del Europeo de balonmano femenino 2010, perdió (19-22) y pasó a la segunda fase sin punto alguno, lo que complica notablemente su sueño de mantenerse en el podio continental.

Conocedora previamente de su pase matemático a la denominada fase principal con la victoria de Rumanía sobre Serbia, la selección hispana luchó y peleó hasta la extenuación por ganar al potente cuadro danés para entrar con algún punto, pero no pudo.

Tuvo opciones y lo mereció. Con el ambiente por completo en contra las pupilas de Jorge Dueñas no se arrugaron y disputaron su mejor encuentro del torneo, pero no les dio para dar un disgusto a Jan Pytlick, sus pupilas y su incondicional público.

El cuadro nórdico, que, pese a desplegar una defensa más que intensa, tan solo tuvo una exclusión en todo el partido, lo tiene ahora todo a favor para pasar a semifinales.

Las jugadoras españolas dieron una auténtica lección de coraje, de trabajo defensivo, pero no encontraron el premio ansiado, aunque sí que mostraron una clara evolución respecto a la derrota contra Rumanía y el triunfo ante Serbia.

España utilizó defensas alternativas y le complicó la vida desde el principio a Dinamarca, que además se topaba con Silvia Navarro. No obstante, en ataque las dificultades eran enormes porque también la guardameta Karim Mortensen se erigía como un muro.

Tardó más de cinco minutos en estrenar su casillero España y pese a su eficaz labor en retaguardia las danesas se situaron con un 3-6 que supieron manejar hasta el descanso.

Marta Mangué, avasallada por la defensa danesa, tardó en hacerse notar ante la portería rival, pero cuando lo hizo enlazó tres dianas que igualó el choque (8-9). Sin embargo, la exclusión de Verónica Cuadrado fue letal y Dinamarca se volvió a ir antes del descanso hasta el 9-12.

No se desmoronó España con el gol de las locales en el arranque del segundo tiempo, que establecía la máxima diferencia (9-13), porque entre la defensa, la labor de Silvia Navarro y la fe inquebrantable el cuadro de Dueñas mantuvo en jaque a sus rivales (15-15).

Tuvo opciones la selección española de adelantarse en momentos clave. No lo consiguió. Le faltó acierto y fortuna. En cambio, todo eso acompañó a Trine Troelsen y Line Jorgensen, que con sus goles acabaron con el partido, aunque estuvo vivo hasta los últimos compases.

Dinamarca, campeona olímpica en 1996, 2000 y 2004, mundial en 1997 y europea en 1994, 1996 y 2002, está de vuelta aunque España dio la cara y se lo puso más que difícil.