Imagen captada de un vídeo colgado en la página web de Resistencia Saharaui en la que se muestran los enfrentamientos de hoy entre la población y las fuerzas de seguridad marroquíes en las calles de El Aaiún. / Efe
escalada de tensión

El asalto al campamento de resistencia saharaui deriva en violentos choques con las fuerzas marroquíes

Marruecos cifra en cinco los agentes fallecidos | Otros cuatro activistas habrían muerto en los enfrentamientos de El Aaiún

RABAT Actualizado: Guardar
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El campamento de resistencia saharaui levantado a las afueras de El Aaiún se encuentra "totalmente destruido" y en estos momentos "la guerra continúa en la ciudad", según ha declarado la cooperante española Raquel del Castillo. Poco ha tardado la delegación del Gobierno marroquí en El Aaiún en defenderse asegurando que el asalto se ha llevado a cabo "con pleno respeto de la legislación vigente y bajo mandato judicial" debido a que algunos activistas obligaban a la gente a permanecer dentro del campamento.

Aunque en un principio la Delegación de Gobierno marroquí en El Aaiún habló de "unos pocos heridos en ambas partes", Marruecos anunciaba poco después que dos agentes de las fuerzas del orden habían muerto durante la operación de desmantelamiento y que otro falleció en los altercados posteriores registrados en la ciudad. La agencia oficial marroquí MAP explicó que el tercer fallecido era "un elemento de las fuerzas auxiliares, que murió después de haber recibido varias puñaladas por parte de un agitador, en el momento en que intentaba evitar que llevara a cabo actos vandálicos". Los otros dos, según la fuente, murieron durante el desmantelamiento del campamento, operación que duró menos de una hora y en la que según un balance provisional hay 70 heridos entre las fuerzas del orden y otros cuatro heridos entre los civiles.

Posteriormente, fuentes médicas han confirmado a la agencia oficial MAP el fallecimiento de un agente de la Gendarmería Real marroquí y otro de las Fuerzas Auxiliares (dependientes del Ministerio del Interior). Con estas muertes se eleva a cinco el número de víctimas mortales entre las fuerzas de seguridad marroquíes por los incidentes registrados en El Aaiún.

La violencia se instala en las calles

Fuentes saharauis, por su parte, aseguran que en los altercados han fallecido al menos cuatro civiles, uno de ellos un niño que fue "degollado y quemado" y otro, un hombre de unos 35 años de edad que fue atropellado por un coche policial. Durante los disturbios, que se iniciaron a las 06.45 (hora local y GMT), efectivos de la Gendarmería Real y de las fuerzas auxiliares marroquíes han detenido a 65 personas que, según la MAP, "se opusieron a las fuerzas del orden" con una "reacción violenta". Hay una tercera versión, la del prefecto de la Policía de El Aaiún, Mohamed Dkhissi, que ha asegurado que no ha habido civiles muertos.

El desmantelamiento del campamento, según ha explicado el Ministerio del Interior marroquí en un comunicado, se ha llevado a cabo para preservar el orden público y garantizar la seguridad de los ciudadanos, "tras haber agotado todas las vías dirigidas a instaurar las bases del diálogo serio y responsable". Dentro de la espiral de violencia creada tras el desmantelamiento por la fuerza del campamento, cientos de saharauis se están enfrentando en una auténtica batalla campal a las fuerzas de seguridad marroquíes en las calles de El Aaiún.

Los testigos han relatado que cientos de jóvenes han arrojado cócteles molotov en distintos barrios de la ciudad contra lugares estratégicos como la entrada de la sede de la televisión marroquí o una delegación del Ministerio de Energía. Los manifestantes se han hecho fuertes en algunos de los barrios más populares de la ciudad y con mayor presencia de independentistas saharauis, mientras que la policía controla los barrios con más presencia de funcionarios marroquíes. Algunos de ellos se encuentran entre los cientos de marroquíes que se han sumado a los agentes en los enfrentamientos.

La odisea de la caravana de simpatizantes

El delegado del Frente Polisario en España, Bucharaya Beyun, ha sido uno de los primeros en alertar de que Marruecos había comenzado a desmantelar de forma violenta y por la fuerza el campamento de Gdaim Izik, situado a unos 18 kilómetros de El Aaiún, donde más de 20.000 saharauis instalaron sus jaimas para reivindicar sus derechos. Momentos antes de la intervención policial, los casi 3.700 simpatizantes que se dirigían al campamento en convoy desde El Aaiún lograban entrar sin incidentes. Ya se habían registrado antes, durante más de tres horas, coincidiendo con la salida de la caravana.

Ante esta escalada de tensión previa a la entrada de la caravana, el representante del Polisario ante la ONU, Ahmed Bujari, ha dirigido una carta al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas en la que pedía que actuara. "El Frente Polisario está profundamente preocupado por recientes informes que indican amenazas directas de las autoridades marroquíes para usar la fuerza en el desmantelamiento de los campamentos en las próximas 24 horas", señalaba Bujari en su misiva al máximo órgano de decisiones de Naciones Unidas, que en noviembre está presidido por el Reino Unido. "Urgimos a los miembros del Consejo de Seguridad que utilicen todos los medios posibles para evitar esa escalada con Marruecos, que podría llevar a una mayor violencia", decía Bujari en la misiva.

El Ministerio de Información de la autoproclamada República Arabe Saharaui Democrática (RASD) ha denunciado en un comunicado recogido por la agencia de noticias saharaui SPS que el discurso pronunciado el pasado sábado por el rey de Marruecos, Mohamed VI, con motivo del 35 aniversario de la Marcha Verde, ha sido la "orden" para el inicio de la intervención contra el campamento de protesta, lugar al que se les impidió llegar el fin de semana al eurodiputado de IU Willy Meyer y a dos diputados vascos y uno navarro.