'caso malaya'

La llegada de los acusados, de cine

Al más puro estilo de Cannes, los más de doscientos periodistas venidos de todas partes de España para cubrir la vista formaban un doble pasillo a la entrada del edificio. Su misión: recoger las declaraciones de los protagonistas, eso sí, en vano

MÁLAGA Actualizado: Guardar
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A escasos minutos de que comenzara el juicio, el trasiego que rodeaba a la Ciudad de la Justicia era comparable sólo al de un gran evento cinematográfico. El despliegue policial y la infraestructura de los medios de comunicación a las puertas del recinto ha trastocado el normal funcionamiento de estas instalaciones.

Al más puro estilo de Cannes, los más de doscientos periodistas venidos de todas partes de España para cubrir la vista formabann un doble pasillo a la entrada del edificio. Su misión: recoger las declaraciones de los protagonistas, eso sí, en vano. Tan sólo el constructor Rafal Gómez, uno de los primeros imputados en llegar, se atrevió con la prensa. "No tengo ninguna preocupación", declaró con una amplia sonrisa.

Rostro totalmente distinto mostraba a su llegada Pedro Román, quien intentó zafarse de los micrófonos jugando al despiste y entrando con rápidez por uno de los accesos laterales. "Dispara, dispara", decía un reportero gráfico a otro. "¿Pero quién es ese?", respondía el otro. Y es que la confusión a las puertas de la Ciudad de la Justicia era mayúscula.

La llegada a cuenta gotas de los imputados, se mezclaba con la de sus representantes legales. Máxima expectación se vivió con la llegada de el ex asesor urbanístico Juan Antonio Roca y el ex alcalde de Marbella Julián Muñoz, que entraron en el recinto con paso firme y sin hacer declaraciones, al igual que Isabel García Marcos o Tomás Olivo, uno de los más madrugadores.

Televisiones, radios, prensa, revistas, agencias de noticias y diarios digitales afilan sus armas. Eso sí, con intereses bien distintos. En 'Malaya' las páginas de tribunales se entremezclan con las del papel cuché. Y eso queda patente en estos minutos previos al inicio de la causa.

El protagonismo mediático que atesoran algunos de los 95 imputados ha atraído también como abejas a la miel a jóvenes, mayores, 'pititas', marujas... Un completo espectro social que no quiere perder detalle de la única trama que en la historia de la democracia española ha provocado la disolución de una corporación municipal. Junto a los curiosos no faltan grupos de vecinos de Marbella, que reclaman justicia.