CONFLICTO EN ORIENTE PRÓXIMO

Netanyahu afirma que Abás es «su socio para la paz»

Obama ve "progresos" en las conversaciones tres reunirse en la Casa Blanca con los líderes israelí y palestino

WASHINGTON Actualizado: Guardar
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El conflicto entre israelíes y palestinos vive hoy una intensa jornada de diplomacía -previa a las negociaciones directas de mañana-, con un anfitrión de excepción, el presidente de EEUU y Novel de la Paz, Barack Obama, que se ha tomado el reconocimento muy a pecho y ha decidido dar un paso adelante en las negociaciones reuniéndose con las dos partes. Obama, que ha condenado el ataque de ayer contra Israel, se ha reunido con el primer ministro israelí, y con el el líder de la Autoridad Nacional Palestina Mahmud Abás, en dos encuentros bilaterales que según diferentes fuentes se han considerado fructíferos. De hecho, en el discurso de esta noche en la cena de la Casa Blanca, en la que también estarán invitados el presidente egipcio, Hosni Mubarak, el rey Abdulá de Jordania y el ex primer ministro británico, Tony Blair, como representante del Cuarteto para Oriente Medio (EEUU, Rusia, ONU, UE), Netanyahu presentará a Abás como "un socio serio para la paz", según ha señalado el diario Haaretz que ha tenido acceso al discurso que el líder judío debe pronunciar.

Antes de la cena, Barack Obama ha hecho declaraciones y ha señalado que el objeto final de las negociaciones directas debe ser "el fin" de la ocupación y "el nacimiento del Estado Palestino", que conviva en paz con Israel. Además, ha dicho que EEUU será "parte" de las negociaciones, pero "no impondrá" una solución. Según sus palabras, tanto Mahmud Abás, como el israelí, Benjamín Netanyahu, creen que se puede lograr un acuerdo de paz en el plazo de un año.

Los primeros en reunirse fueron Obama y Netanyahu. Durante una hora y media han preparado las conversaciones tripartitas que mantendrán mañana EEUU, Israel y la Autoridad Nacional Palestina (ANP), y que supondrán la reanudación de las negociaciones directas de paz tras 20 meses de desencuentros.

Tras el encuentro, el presidente estadounidense se ha referido al ataque de ayer, en el que murieron cuatro israelíes cerca de Hebron, y ha dicho que algunos quieren socavar las conversaciones de paz "pero nos mantendremos inquebrantables". Obama ha señalado que el mundo debería hacer entender a Hamás, que se ha atribuido la autoría del ataque, y a otros grupos que la violencia no detendrá a Estados Unidos en su lucha por la seguridad de Israel y el proceso de paz.

Por su parte, Benjamin Netanyahu ha afirmado que en el proceso de negociación que ahora se abre la seguridad de su país será "un elemento fundamental". También ha agradecido el mensaje del presidente norteamericano contra lo que ha calificado de "salvaje y brutal ataque contra personas inocentes perpetrado por personas que no tienen respeto por la vida humana". El primer ministro israelí ha manifestado que las declaraciones de Obama "muestran nuestro deseo de luchar contra este terror".

"Las conversaciones que hemos tenido han sido abiertas, productivas y serias en busca de la paz. También se centraron en torno a la necesidad de tener acuerdos de seguridad que sean capaces de hacer retroceder este tipo de terrorismo y otras amenazas a la seguridad de Israel", ha agregado. "Éste es un elemento fundamental y un importante elemento para la paz que buscamos y en la que estamos trabajando", ha resaltado Netanyahu. El primer ministro israelí ha agradecido los "esfuerzos" del presidente Obama para avanzar en esta paz "para nosotros y para nuestros vecinos, para nuestra región y, creo que podemos decir, para el mundo".

Confianza en Abás

Más tarde, el presidente norteamericano se ha reunido con el líder de la ANP, Mahmud Abás. A la salida del encuentro, Obama se ha mostrado levemente optimista al manifestar que "estamos haciendo progresos". Unas palabras que vienen a sumarse a las que había pronunciado tras mantener una primera conversación telefónica con el palestino. "Tengo la mayor confianza en él y su fe en una solución de dos estados, según la cual el pueblo de Israel y los palestinos vivirán uno al lado del otro en paz y seguridad", ha subrayado Obama, quien ha reconocido que queda "mucho trabajo que hacer", por lo que seguirá tratando sobre éste y otros asuntos en el resto de conversaciones bilaterales que tiene programadas para hoy.

Por su parte, Mahmud Abás, ha reiterado a Obama, su "compromiso pleno" con un verdadero proceso de paz en Oriente Medio pero ha considerado que el asunto de los asentamientos judíos es vital para desbloquear las negociaciones. "El asunto de los asentamientos es clave para el éxito de las negociaciones. Todo depende de la seriedad de los israelíes y las próximas cuatro semanas van a ser definitivas", ha dicho Nabil Abu Rudeinah, uno de los negociadores palestinos presentes en la reunión entre Obama y Abás en la Casa Blanca.

El presidente de Estados Unidos se entrevistará también con el rey Abdalá II de Jordania y el presidente de Egipto, Hosni Mubarak. Cuando terminen las reuniones se celebrará una cena en la Casa Blanca en la que también estará invitado el ex primer ministro británico, Tony Blair, como representante del Cuarteto para Oriente Medio (EEUU, Rusia, ONU, UE).

Mañana será cuando la secretaria de Estado, Hillary Clinton, reciba en el Departamento de Estado a Abás y Netanyahu para celebrar una reunión trilateral en la que se oficializará el relanzamiento de las negociaciones directas y la reanudación del proceso de paz.

Obama espera que esas negociaciones sean un primer paso para conseguir un acuerdo de paz en un año. Mahmud Abás ya ha dicho que le parece posible cumplir con ese plazo. "Un año es mucho tiempo", ha declarado Abás en una entrevista que publica el diario palestino Al-Ayyam, editado en la ciudad cisjordana de Ramala. Abás ha asegurado que antes de que se interrumpiera el anterior proceso de paz entre las partes, en diciembre de 2008, se "llevaron a cabo prolongados debates y negociaciones" sobre todos los asuntos fundamentales del conflicto, "por lo que deberíamos construir sobre la base de aquellas conversaciones en lugar de partir de cero".

Voluntad negociadora

Sin embargo, el tiroteo mortal en Cisjordania, un día antes de que comenzasen las reuniones preparatorias, ha subrayado que el extremismo está dispuesto a interponerse en los esfuerzos de paz. En el ataque, que se atribuyeron las Brigadas de Azedín Al-Qasam, vinculadas al movimiento islamista Hamás, murieron cuatro israelíes, dos hombres y dos mujeres, una de ellas embarazada, residentes en el asentamiento judío de Bet Hagay, en Hebrón.

Netanyahu lamentó ayer la muerte de los cuatro "inocentes" y aseguró que "no permitiremos que el derramamiento de sangre de civiles israelíes quede impune. Encontraremos a los asesinos", dijo antes de reunirse con la secretaria de Estado, Hillary Clinton. "No permitiremos que el terror decida dónde viven los israelíes o la configuración de nuestras fronteras finales. Ese y otros asuntos se decidirán en las negociaciones de paz que vamos a celebrar y dejaré claro las medidas de seguridad que son necesarias precisamente para combatir este tipo de terror", resaltó.

El futuro de los asentamientos

El futuro de los asentamientos judíos situados en Cisjordania y Jerusalén Este es uno de los temas clave de las negociaciones. Sobre el primero de esos asuntos, Netanyahu ha transmitido a Obama que no cambiará la decisión de su Gobierno de poner fin a la moratoria en Cisjordania. En cuanto al segundo, el ministro de Defensa de Israel, Ehud Barak, ha afirmado que el Estado hebreo está dispuesto a ceder parte de Jerusalén a los palestinos en el marco de un acuerdo de paz.

La partición de Jerusalén incluiría un "régimen especial" para gestionar los lugares sagrados de la ciudad, según declaraba Barak al diario Haaretz. "Jerusalén Este y doce barrios judíos que acogen a 200.000 residentes serán nuestros. Los barrios árabes en los que viven cerca de un cuarto de millón de palestinos serán suyos", ha explicado el ministro. Israel arrebató la zona oriental de la ciudad a Jordania en la guerra de 1967 y luego se la anexionó, aunque la comunidad internacional no ha reconocido esta acción. Los palestinos quieren que Jerusalén Este sea la capital del futuro estado que pretender formar con Cisjordania y la Franja de Gaza.