LUCHA ANTITERRORISTA

El fiscal asegura que el comando de la T-4 preparó un atentado similar en el centro financiero de Madrid

Habían diseñado un plan y tenían explosivos suficientes para atentar en el centro financiero de Madrid

MADRID Actualizado: Guardar
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El comando de ETA que voló el aparcamiento de la terminal 4 de Barajas el 30 de diciembre de 2006 tenía ultimado un plan similar para atentar contra el complejo financiero de Azca, en el centro de Madrid. Según el fiscal, la banda había diseñado la acción terrorista y contaba con material explosivo suficiente para hacer estallar un coche bomba en un estacionamiento público en superficie, situado junto al Paseo de la Castellana, entre un centro de El Corte Inglés y la sede del BBVA. Todo estaba preparado para un atentado de envergadura y sólo lo impidió la detención de los etarras Igor Portu y Mattin Sarasola el 6 de enero de 2008 en la localidad guipuzcoana de Mondragón.

En la última sesión del juicio que se celebró en la Audiencia Nacional, el fiscal Pedro Martínez consideró en su informe final que existen pruebas suficientes que acreditan la participación en los hechos de los cuatro imputados. Se trata de Portu, Sarasola, Mikel San Sebastián y Joseba Iturbide. Los tres primeros fueron condenados a 1.040 años de cárcel cada uno por el atentado de la T-4 y ahora el Ministerio Público pidió 30 y 33 años de prisión para los cuatro por los delitos de pertenencia a banda terrorista, conspiración para la realización de estragos terroristas y tenencia o depósito de sustancias o aparatos explosivos.

El fiscal dio todo el peso probatorio a la declaración policial de Sarasola después de su detención, practicada cuando se dirigía, junto a Portu, a un zulo de la banda. Aseguró que el terrorista explicó "con todo lujo de detalles" los planes del comando para atentar contra el complejo de Azca y defendió que el interrogatorio se realizó de forma "libre y voluntaria", con presencia de un abogado de oficio y con el examen de los médicos forenses. En el juicio de la T-4, el letrado declaró que no vio signos de que Sarasola hubiera sufrido torturas.

Absolución

La acusación popular que ejerce la Asociación Víctimas del Terrorismo se sumó a las conclusiones del fiscal y dijo que el relato del etarra fue espontáneo y no deja lugar a la duda de la autoría del comando. Por su parte, la defensa de los acusados pidió su absolución al señalar que la declaración policial debe ser considerada nula, ya que fue obtenida bajo torturas.

El fiscal expuso además otras pruebas que "acreditan" el frustrado atentado. Se trata del viaje de reconocimiento que realizaron los procesados en diciembre de 2007. Se desplazaron desde la población navarra de Lesaka a Madrid vía Zaragoza con una furgoneta Kia Picanto alquilada en Irún para analizar el escenario del atentado, un aparcamiento público en superficie ubicado en el cogollo del centro financiero. Un 'modus operandi' que ya utilizaron en el atentado de la T-4, en el que también llegaron a hacer dos viajes previos a la acción terrorista.