Cartas

Aniversario de un monumento de gran acogida

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Hace ahora un año fue erigido en Puerto Real un justo y merecido monumento para la recuperación de la memoria histórica a los fusilados republicanos, a raíz del golpe militar y civil del 18 de julio de 1936 y la inmediata y ominosa posguerra, que como era de esperar tiene desde entonces la continua ofrenda de flores.

El pueblo ha dejado la huella indeleble de su emocionado tributo largamente anhelado, dando así su fehaciente respuesta más evidente a los trabajos llevados a cabo por la Plataforma por la recuperación de la memoria histórica social y política de Puerto Real, que acoge a CNT-AIT, PSOE, UGT, JJ SS , Los Verdes, Argaira, IU, Ayuntamiento, Delegación de Cultura, PA, APDH, A. El Patio del Pozo, Aula XVI, personas particulares.

El monumento evoca muy dignamente la memoria de quienes con su vida y aciaga muerte dieron ejemplar testimonio por los ideales de la libertad tan opuesta a la intransigencia; el carácter simbólico del monolito, es oportuno dejarlo claro, no alberga resentimiento alguno, ni revanchismo o mirar hacia atrás con ira, o pedir cuentas -¿setenta años después!- a nadie. Hace justicia, eso sí, a aquéllos y aquéllas que siempre fueron privados de ella.

Estos actos testimoniales -que hacen realidad la frase de Rosa Regás «Un pueblo sin memoria no existe»-, lejos de abrir heridas, están en consonancia con lo expresado democráticamente por los poderes públicos españoles a nivel nacional, autonómico y municipal con la aquiescencia del pueblo soberano.

Reconciliación no es sinónimo de memoricidio, consensuada convivencia no puede ser asumido como desdeñoso olvido de tantas víctimas, de tan innumerables familias durante décadas. Afortunadamente, la presteza particular y familiar en unión de plataformas como la puertorrealeña en toda España ha logrado que se produzcan actos como estos, dentro del estado de derecho.

Alfonso Aguirre Cabezas. Puerto Real