operación karlos

Expectación rosa y protestas

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La noticia sobre la detención de María José Campanario, esposa de Jesulín de Ubrique, corrió como la pólvora en Jerez, y no sólo por la gravedad del caso. Ayudó el despliegue de medios de comunicación y, sobre todo, los numerosos periodistas del corazón que desde el mediodía tomaron las puertas del cuartel de la Guardia Civil para intentar captar imágenes de la implicada.

La llegada de Campanario, en su propio coche y acompañada por su padre y familiares, desató la locura, que se prolongó durante más de cinco horas. En este tiempo, lo único que pudieron divisar los informadores fue a la mujer del torero pasando de unas dependencias a otras junto a unos agentes que colocaban carteles para que no se pudiera ver nada.

Pasadas las cinco de la tarde, sonriente y tranquila partió en un vehículo oficial camino del juzgado. Los informadores estuvieron hasta altas horas de la madrugada en la sede judicial, junto a vecinos y curiosos. A esta expectación hay que sumar las protestas de espontáneos que hacían comparaciones entre lo que había ocurrido en Marbella con los dos fraudes desmantelados. Todo un espectáculo.