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El gran lujo sopla las velas

El Melia Sancti Petri celebra sus 15 años como uno de los hoteles de referencia en el Novo y de la cadena en España

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Si ya parecía inalcanzable para el agente 007 saliendo de las cristalinas aguas de La Caleta enfundada en su ya mítico bikini naranja; imagine qué hubiera sido encontrársela desayunando una tostada en la mesa contigua a la suya. O, por que no, puestos a imaginar, envuelta en albornoz justos después de una sesión de spa. Cuanto menos, da para muchas conversaciones de café pavonearse de haber compartido distancias cortas con la mismísima Halle Berry o con el propio Pierce Brosnan. Un plus añadido que es de suponer que disfrutarían los huéspedes del hotel Meliá Sancti Petri que coincidieron con ambos actores, alojados allí durante el rodaje de la película en Cádiz. José Luis García Rojo, director del establecimiento, lo sabe bien, él los atendió. Sin embargo, no hay forma de sacarle prenda: «Lo que pasa en este hotel aquí se queda. Amabilidad, servicio y discreción son algo clave para nosotros».

Y ciertamente es justo ese uno de los pluses que hacen que el único cinco estrellas gran lujo que existe en el Novo sea uno de los referentes de la hostelería de la costa gaditana. Un buque insignia que está celebrando justo en este año su 15 aniversario con una programación especial. Logos especiales pueblan solapas y vestidos del personal, puertas o papelería. De hecho, la dirección del establecimiento encara el aniversario con ilusión. De ahí que hayan preparado un menú especial, actividades especiales con niños o la exposición del escultor Luis A. Sanguino que se expone ya en el patio. A eso se sumará una agenda de actividades de cara a septiembre que implicará acciones con agentes locales tales como visita a las Salinas de Chiclana o las bodegas.

Además, el establecimiento agasaja a los clientes habituales con un regalo conmemorativo del aniversario. No es de extrañar tal empeño si se atiende al propio Rojo: «Se trata de tener dedicación absoluta. El cliente es Dios y hay que darle todo aunque no tenga la razón». Lo cierto es que los datos cuantitativos corroboran su aseveración: en la actualidad trabajan en el hotel entre 210 y 220 personas para atender a un máximo de entre 450 y 520 clientes. En definitiva, para aproximadamente para cada dos clientes hay un trabajador dispuesto a atenderle. «Hoy en día estos ratios se dan en pocos sitios», reconoce el director comercial José Luis Roy mientras explica que el personal «está en constante formación con cursos que se realizan anualmente».

Al evidente servicio esmerado se suma unas instalaciones cuidadas al detalle, repartidas en 25.000 metros cuadrados de hotel y zonas de esparcimiento. En ellos se incluyen ocho restaurantes (incluyendo uno en la propia playa que funciona durante el verano), gimnasio, centro de belleza, spa o la gran piscina exterior de 7 metros, ya santo y seña de la imagen del hotel. Y lo cierto es que tanto lujo debe crear cierta adicción. «Tenemos un alto porcentaje de cliente repetidor», reconoce Roa con satisfacción.

Tres lustros dan para mucho

Lejos parece quedar ya ese 31 de marzo de 1999 cuando Meliá desembarcó en el Novo Sancti Petri. «Lo cierto es que hubo compañeros de otros hoteles que me reconocieron que hasta que no desembarcamos no comenzó el verdadero esplendor de Sancti Petri», explica García Rojo. El director recuerda con claridad, entre risas y nostalgia, esos días de nervios y tensión: «Fue una verdadera locura, yo había ayudado en otras aperturas pero nunca había dirigido algo así». Hoy con 46 años de experiencia a sus espaldas y 43 en Meliá, el director puede hacer balance de estos tres lustros de andadura del hotel que dirige.

En esos años, entre las sábanas del hotel han dormido celebridades como el propio Rey Don Juan Carlos, Felipe González, Baltasar Garzón, Mario Vargas Llosa, Alejandro Sanz, Verónica Forqué, Luis del Olmo, Nuria Roca, Ana Obregón, Antonio Resines o Lolita Flores, entre otros muchos. Esos son los que se pueden contar, además de una larga lista de empresarios, uno de los públicos fundamentales del establecimiento. Y es que el Meliá suele acoger a un perfil de público nacional bien situado económicamente en el mundo de la empresa. Eso fundamentalmente en verano, precisamente en estos días rozan el 80% de ocupación, una cifra similar a la del año pasado. Reconocen que «la crisis ha hecho mella» en un efecto que todavía dura aunque comiencen a apreciarse «síntomas de mejoría».

Mientras llega, este año es el de los «¿te acuerdas de...?». Recuerdos como una gran empresa que quiso meter un elefante en una sala de reuniones o la presentación de un nuevo vehículo en el que el turismo entró en el patio del hotel con un helicóptero con los invitados abajo. Memoria de un hotel y su director que, en sus anécdotas, olvida los nombres propios, aunque también desmitifica: «No creas que hay tantas excentricidades en los famosos o la gente conocida, como la gente piensa. Es todo más normal».