Así deben cuidar su «look» los policías locales de Andalucía

Policías locales sin coletas, tatuajes, sin comer chicle… ni hablar por el móvil. Este ha sido el cartel de presentación del nuevo reglamento de la Policía Local en el que está trabajando el Ayuntamiento de Sevilla. Algunas de sus restricciones, referidas a la apariencia externa y al aseo de los agentes, han provocado un gran revuelo en las redes sociales, donde las condiciones de este borrador han sido criticadas, pero también alabadas. Sin embargo, Sevilla ha sido una de las últimas provincias de Andalucía en «confeccionar» un reglamento de esta naturaleza. Excepto Huelva y Córdoba, los policías locales del resto de las capitales de provincia ya llevan a rajatabla las limitaciones que exigen sus respectivos códigos, en cuanto a la imagen que deben proyectar al resto de los ciudadanos se refiere.

Si hablamos del «look» obligatorio de los policías locales, el reglamento del Cuerpo de Policía Local de Cádiz, aprobado en 1995 y actualizado en 2003, es el más «completo». En su artículo 19 (Cap. II: De los Deberes) especifican hasta once normas para mantener una cuidada apariencia externa, argumentando que «deberán prestar el servicio –los policías locales– en correctos estado de uniformidad y aseo personal». Tras dejar claro que se utilizará «exclusivamente» las prendas reglamentarias, avisan de que todos los botones del uniforme deben estar «perfectamente abrochados», en especial el correspondiente al cuello de la camisa, «al que se ajustará debidamente la corbata». Asimismo, las cremalleras de las cazadoras y chaquetones tienen que estar «convenientemente subidas». El uniforme de los policías locales de Cádiz debe estar además «perfectamente limpio, planchado y cepillado», no pudiéndose utilizar prendas deterioradas o descoloridas. Igualmente, no pueden mostrar bajo sus uniformes indumentaria no oficial, como camisetas, chalecos, etc., ni tampoco enseñar insignias, cordones o llaveros colgados del uniforme.

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