El Despojado se recoge en su barrio con aires sevillanos

La última hermandad de la jornada en la calle, el Despojado, hizo gala de su sentimiento salesiano. Después de completar con presteza buena parte de su recorrido de vuelta, la corporación se entregó a la llegada a su barrio. Lo hizo virando de García Carrera a Escámez con '¡A esta es!', la primera marcha de las que se interpretaron en una recogida que año tras año gana adeptos.

Fue entonces cuando la hermandad hizo muestras de su particular forma de carga, con importantes reminiscencias sevillanas. Un estilo, que como ha explicado hoy mismo el hermano mayor Luis Rivero, comenzó como una forma de «completar el recorrido de una forma más rápida» y que poco a poco ha ido definiendo el estilo de carga de la hermandad. Con un caminar de costero a costero y de pies rancheados, la hermandad fue deshaciendo los pasos para llegar a su templo.

Con cada movimiento, la calle rompía en aplausos abnegados. Un contexto muy distinto al que vivió la hermandad en otros puntos del recorrido en el que personas exaltadas rompieron el respeto al cortejo con abucheos, gritos e incluso impidiendo en determinados puntos a los cargadores realizar sus relevos. Hoy mismo Rivero restaba importancia a estas actitudes a las que reconoce que ya están acostumbrados. «Lo importante para nosotros es que no tenemos ni una queja de un hermano», puntualizó el cofrade.