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Vero, la nueva expulsada y Cristian, el nuevo concursante polémico y machista de Gran Hermano 12+1

La bilbaína abandonó ayer la casa por "borde" y el nuevo habitante entra con uno de los casting más polémicos de esta edición

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Verónica, se convirtió anoche en la quinta expulsada de Gran Hermano 12+1, estaba nominada junto a Sindia y Marta, pero al final la audiencia decidió que fuera la camarera de Bilbao la que abandonara la casa de Guadalix de la Sierra. Al parecer los seguidores del reality no han entendido su carácter "borde", como ella misma ha reconocido y salía expulsada por uno de los porcentajes más altos de esta edición, un 75% de los votos "negativos".

Ya su entrada fue distinta a los primeros habitantes. Tuvo que hacer una carrera a lo 'Pekín Express' con otros dos candidatos (Jacobo y la gaditana Thaisí) para entrar en la aventura y convertirse en el concursantes +1 de Gran Hermano. Ganó una carrera frenética hasta la casa de Guadalix. Leonesa de 26 años y residente en Bilbao participaba en el reality y daba un giro radical a su vida tras una dolorosa separación.

Su expulsión dejó muy afectadas a sus compañeras: Otxoa y Ari con las que le ha unido una fuerte amistad. Su fuerte carácter le costó algunas de las broncas más fuertes que ha habido hasta el momento en la casa, motivo por el que fue nominada por sus compañeros. En la entrevista con Mercedes Milá, Vero se emocionó en varias ocasiones aunque reconoció sin ningún problema y con humildad sus errores.

Cristian, el nuevo y machista concursante

Su lugar lo ocupaba pronto el nuevo +1, Cristian, un concursante que si realmente piensa lo dicho en el casting no dejará indiferente a nadie. Este empresario alicantino de 27 años cree que las mujeres pierden la cabeza por dinero. Pero soltó otras perlas como que "ser gay es una enfermedad y una plaga” o que “las mujeres son inferiores a los hombres y donde mejor están es en casa haciendo sus labores”.

“Yo compro de todo, compro coche, motos, caballos, me voy al Caribe…Eso es lo que vuelve locas a las mujeres, porque son así de tontas, lo que les gusta es ir detrás del dinero”. O que considera que una buena esposa es la que se queda en casa ocupándose de las tareas del hogar y con "la secadora y la lavadora". Ante todo esto Mercedes Milá no pudo ni quiso evitar la cara de incredulidad.

El 'reality' mantiene la audiencia pero no se pueden relajar. Hay que reconocer ingenio a los artífices del invento. Idearon una casa inclinada y hasta al revés, han convertido el colorido hogar de Guadalix en una especie de pensión abierta de donde entra y sale la gente cada semana, y le han dado un rollito solidario con una puja benéfica que ha ganado un chaval después de haber apoquinado 70.000 euros por concursar. Por si fuera poco el 24 horas y el estrecho seguimiento que le hacen los demás programas de Telecinco han puesto a la parrilla una segunda gala en el ‘prime time’ de los lunes, también con Mercedes Milá, la indiscutible protagonista de ‘GH’. Argumentarán en Telecinco que quieren sacar el máximo rendimiento al concurso, pero visto desde fuera lo que parece es que tienen miedo a que este año no resulte. No lo confesarán, pero después de tanto esfuerzo 2,6 millones de espectadores parece poco.

Esta vez han querido cuidar el casting, buscaban algo distinto a los macarras y frikis que han habitado la casa los últimos años. Estos son lo que llamaríamos gente ‘normal’. Aunque con el último candidato parece que vuelven a romper el molde.