La Policía desaloja Valcárcel

A las 9.30 horas de esta mañana estaba citada la comisión judicial, enviada por el juzgado de Instrucción nº 1 de Cádiz, en la puerta de Valcárcel. La Policía Nacional iba a proceder a desalojar el antiguo hospicio por orden del juez tras haberlo solicitado la propietaria última del inmueble, la promotora Zaragoza Urbana, y la Fiscalía de Cádiz antes de que finalizara el año pasado. Los ocupas habían recibido hace un mes aproximadamente el requerimiento para que abandonaran el inmueble, tal y como adelantó este medio en diciembre. Fuentes cercanas al caso confirmaron que antes de las vacaciones de Navidad se puso fecha al desalojo policial ante la actitud de los activistas que se negaban a abandonar las instalaciones y seguían programando actividades en el interior. Y ese día llegó hoy. Unos cuarenta agentes de la UIP (antidisturbios), venidos desde Sevilla, y miembros de la UPR (conocidos zodiacos) de la comisaría provincial, comenzaron a llegar en torno a las nueve de la mañana al edificio de la Viña. En ese momento no había nadie en el interior. Sin embargo, fuentes policiales confirmaron a este medio que en los últimos días al menos pernoctaba por las noches un miembro de Valcárcel Recuperado, ejerciendo labores de vigilancia. Los mismos ocupas sabían que el desalojo se aproximaba, como muestran las últimas movilizaciones en las que reclamaban que no se cerrara la que denominan Casa del Pueblo.

Faltaban algo más de diez minutos para las diez de la mañana cuando los agentes tenían que hacer uso de la maza para acceder al edificio. Previamente, un representante de Zaragoza Urbana había tratado de abrir la puerta con las llaves que cerraban la puerta principal antes de que el viejo hospicio fuera tomado el pasado mes de junio, pero la cerradura ya había sido cambiada . En esos momentos las inmediaciones del edificio comenzaban a asomarse los primeros activistas y curiosos. El movimiento Valcárcel Recuperado ha hecho un llamamiento por las redes sociales para que los ciudadanos se vayan sumando a una protesta frente al antiguo hospicio, pero que hasta ahora solo ha conseguido movilizar al mismo colectivo que ha estado presente en las últimas acciones: un grupo de poco más de medio centenar de personas.

El desalojo ha sido limpio sin cargas policiales, pese a que varios simpatizantes del movimiento no han parado de increpar, insultar y amenazar a periodistas y policías. El cierre de Valcárcel se ha producido sin incidentes, más allá de los verbales.

Un grupo de albañiles ha afianzado los cierres de las ventanas del inmueble y tapiando algunos de los accesos de la planta baja. En la acera de enfrente, los okupas desplegaron una pancarta en la que se podía leer: “Si no nos dejan soñar, no os dejaremos dormir”. Y pese a que estos activistas han negado siempre su condición de ocupa, esta mañana han lanzado proclamas a favor de nuevas ocupaciones: “Ante un desalojo, otra ocupación”.

La ejecución del desalojo es el final de un proceso que nació en junio, con la denuncia de Zaragoza Urbana por usurpación de bienes inmuebles. Posteriormente, la Fiscalía de Cádiz solicitó el desalojo después de que la titular del inmueble lo requiriera igualmente. Los okupas habían transformado las instalaciones en un punto de encuentro de la ciudadanía donde se organizaban talleres, conferencias y conciertos en respuesta a años de abandono de un inmueble que estaba llamado a ser el primer hotel de cinco estrellas y cuyo proyecto se quedó en el camino. Desde Valcárcel Recuperado acaban de enviar un comunicado en donde convocaron a la ciudadanía a las cinco de la tarde a una asamblea y una concentración a las ocho delante del edificio.

Ambas concentraciones se han producido sin incidentes por el momento.