Los colegios tardarán varios días en recuperar la normalidad tras la huelga de limpieza

Afortunadamente, el impago a la plantilla de Limasa no seguirá acumulando basura y suciedad en los centros escolares y edificios municipales. Tras tres días sin trabajar, los empleados dieron un margen de confianza a la empresa concesionaria del Ayuntamiento y completaron su jornada laboral especial de ayer en los colegios –por ser día no lectivo– de cinco horas.

El gesto dio sus frutos y todos los trabajadores cobraron a mediodía el importe de la nómina correspondiente a septiembre. Un mes y un parón que presagiaba en los colegios un problema de salud pública han hecho falta para que la plantilla viera el dinero ingresado en sus cuentas bancarias. La presidenta del comité de empresa, Inmaculada Barea, estaba ayer satisfecha con la resolución de conflicto y esperaba no tener que volver a pasar por la misma situación con el salario de octubre, que deben cobrar antes del próximo lunes. «Creemos que con las elecciones no nos van a hacer pasar mucha fatiga», aseguró.

Aunque toda la plantilla acudió a su puesto de trabajo, eliminar toda la suciedad acumulada de varios días era una tarea casi imposible de acometer en una sola jornada. «Hemos limpiado los baños y lo más urgente y se ha recogido lo demás», aseguró la representante de los empleados. No obstante, para que los colegios e institutos recuperen la normalidad harán falta «un par de días de trabajo más», o sea, que hasta el jueves muchas aulas no volverán a lucir como acostumbran.

Eso es, precisamente, lo que le preocupa a las familias, que aseguran que «el problema no ha terminado todavía para nosotros». Es más, es posible que haya alumnos que no entren en clase mañana miércoles. «Es inhumano lo que se ha acumulado en muchos centros. Hay tres centímetros de polvo, pelusas y papeles en las clases», aseguró ayer la coordinadora de asociaciones de madres y padres de alumnos de la zona este, María José Bernal.

La responsable contó, por ejemplo, el caso de niños asmáticos que ya han padecido los efectos del polvo acumulado en los pupitres escolares. Así, hay padres que comprobarán mañana miércoles si las aulas se han limpiado antes de dejar a sus hijos entrar en clase. «Habrá muchos alumnos que no vayan al colegio si no se ha limpiado lo suficiente», continuó Bernal. Según la representante, incluso los centros considerarán como falta justificada la ausencia del miércoles por este motivo.

«La situación estará mejor pero no se ha solucionado del todo», insistió Bernal, que destacó que ha habido centros en los que el personal ha contribuido a que la acumulación de suciedad no fuera a más: «Hay porteros que han vaciado papeleras y profesores que han barrido las clases», insistió la representante de las familias, sobre todo, en los espacios destinados a los niños más pequeños de tres, cuatro y cinco años. En total, los alumnos afectados en Jerez por la acción de protesta rozan los 15.000, de los que alrededor de 5.000 son de Educación Infantil.

Es la primera vez que la plantilla de Limasa recurre a la caída de brazos para reclamar su salario, una medida que han acompañado con encierros por las noches en la sede de la empresa en la calle Rosario. «Limasa no tiene problema ninguno en ingresarnos el dinero en tiempo y forma siempre y cuando reciba su parte del Ayuntamiento», contó Barea, que lamentó que no se haya puesto fin al conflicto hasta que se avecinaba un problema mayor.