VUELTA DE HOJA

EL CONSEJO DE BONO

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Hadie puede negarle ni oportunidad ni sensatez a la recomendación que nos ha dado a todos el presidente del Congreso. «Debemos gastar menos, mucho menos». Aunque en algunos casos menos sea equivalente a nada. No hay otra manera de salir adelante, si no queremos seguir yendo para atrás. El áspero refranero español dice que «del viejo, el consejo», pero el señor Bono no solo no es mayor, sino que ha rejuvenecido últimamente gracias al trasplante capilar y a comprarse corbatas amarillas. ¿Cómo no seguir sus indicaciones? No hace falta tener eso que se llama cierta edad para estar en lo cierto y él ha predicado con el ejemplo. Sus admirables dotes, y solo ellas, le han hecho triunfar en los negocios ajenos a la política y constituye un ejemplo para los que no han sabido enriquecerse estando dentro de ella.

Somos numerosísimos los que estamos dispuestos a seguir la bandera que él ha enarbolado antes de que sea blanca, en señal de rendición. Ciertamente, la leva está siendo obligatoria y se recluta gente que en principio no tenía el menor deseo de alistarse en las filas de los pobres, ya de por sí bastante nutridas. Prietas van las filas de parados y no experimentan necesidad alguna para que se les agreguen los que trabajan -es un decir- en algunas hospitalarias diputaciones. No sabemos lo que será de ellos, pero sospechamos lo que puede ser de nosotros si no se corrigen algunas prodigalidades consuetudinarias.

Hay que gastar menos para garantizar que devolveremos, poco a poco, los préstamos que nos han concedido los más respetables usureros. Miremos cada euro y cerremos los ojos para no ver a quienes se los siguen llevando. Lo mejor de los consejos es que cada cual puede seguir la parte de ellos que más le convenga y desechar, para que la aprovechen otros, algunas advertencias incómodas. Hay que ahorrar. Pronto recibiremos un manual de instrucciones. El mejor es la cartilla de racionamiento. Tuvo un gran éxito editorial.