tierra de sabor

Las principales legumbres de calidad, en Castilla y León

La Sociedad Española de Nutrición Comunitaria, en su guía de alimentación saludable, recomienda el consumo de entre dos y cuatro raciones de legumbre a la semana, un alimento en el que destaca especialmente Castilla y León por cantidad y calidad

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Castilla y León es la comunidad autónoma española que cuenta con mayor número de leguminosas grano de consumo humano (judías secas, lentejas y garbanzos) amparadas bajo una figura de calidad con protección europea, todas ellas Indicación Geográfica Protegida (IGP): Judías del Barco de Ávila, Lenteja de la Armuña, Garbanzo de Fuentesaúco, Lenteja Pardina de Tierra de Campos y Alubia de La Bañeza-León. Todas ellas, a su vez, bajo la marca de garantía ‘Tierra de Sabor’.

Además, el año pasado la Junta de Castilla y León informó favorablemente sobre la Marca de Garantía Garbanzo de Pedrosillo, que se produce en la zona de La Armuña,que comenzará a certificarse en 2011. Como tal Marca de Garantía aún no es operativa hasta que no se inscriba en el correspondiente registro de Patentes y Marcas.

Los primeros reconocimientos de legumbres de calidad correspondieron a Judías de El Barco de Ávila, que se reconoció provisionalmente en 1984, si bien no comenzó a funcionar hasta 1989, año en el que se publicó su primer Reglamento de funcionamiento del Consejo Regulador, y la Lenteja de la Armuña (1993). Estas dos legumbres de calidad, creadas por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, pasaron a depender de la comunidad autónoma en el año 1994 como consecuencia de las competencias transferidas en materia de agricultura.

Las siguientes figuras de calidad fueron obtenidas por el Garbanzo de Fuentesaúco (2002), la Lenteja Pardina de Tierra de Campos (2004) y la Alubia de la Bañeza-León (2005).

En cuanto a la producción, en el último año, las leguminosas grano de consumo humano, con menos superficie, han visto incrementado ligeramente su cultivo como consecuencia de la entrada en vigor del Plan Nacional de Legumbres de Calidad (PNLC), asociado a las ayudas de la PAC, que supone un incentivo a su cultivo mediante una primera por hectárea de cultivo. Este incentivo sólo es de aplicación a las legumbres con figura de calidad y a las de agricultura ecológica.

Si se comparan los años 2009 y 2010, en Castilla y León se ha producido un incremento de superficies de cultivo significativo en el caso de las lentejas. Si a ello se suman las buenas condiciones productivas de la campaña, se ha producido una cosecha histórica de lentejas, cercana a las 5.000 Tm. Y eso que en la última década, los productores de lentejas de Castilla y León han apostado por las variedades autóctonas, que ofrecen mayor calidad aunque su productividad sea menor.

La extensión de cultivo de leguminosas grano en Castilla y León –datos de septiembre de 2010– era de 136.590 hectáreas, de las cuales 2.746 correspondían a judías secas, 5.876 a lentejas y 5.574 a garbanzos. La producción en Castilla y León total fue: 6.395 toneladas de judías secas, 5.129 de garbanzos y 4.814 de lentejas.

Los datos comparativos de superficies y producción de legumbres en Castilla y León con respecto al global de España no dejan lugar a dudas. En judías, esta comunidad autónoma produce el 54% del total español; en lentejas el 16% y en garbanzos el 17%.

Otro dato para destacar la importancia de la legumbre en Castilla y León. Las principales industrias de envasado de legumbres de España se concentran en la provincia de León. Una de las más conocidas es la empresa Alimentos Naturales, que en su fábrica del polígono industrial de León (Onzonilla) produce unas 75.000 toneladas al año. Otras empresas destacadas son Legumbres Luengo, Penelas, Polifer, etcétera.

El mejor clima

Si Castilla y León destaca por la producción de leguminosas de consumo humano, también lo hace por su calidad.Según Nicolás Armenteros, director técnico de los consejos reguladores de varias legumbres con IGP, entre ellos el de la Lenteja de la Armuña, «nuestras legumbres son buenas por el medio natural. En calidad, tenemos las principales de España. Y esto se debe a que contamos con un clima muy duro para el hombre, pero el mejor para producir las variedades autóctonas de leguminosas».

Otras legumbres de calidad

Castilla y León dispone de otras zonas de producción de legumbres con notoriedad. Son producciones locales con escasa superficie de cultivo limitada a pocas hectáreas y con prestigio limitado, salvo excepciones al ámbito local o provincial.

En esa relación figuran las alubias de Belorado y la alubia roja de Ibeas de Juarros, ambas en la provincia de Burgos; las alubias de La Moraña, en Ávila; las alubias de Saldaña, en Palencia, y las de El Burgo de Osma, en Soria; los garbanzos de la Maragatería (pico pardal) en León, y los de Valseca, en Segovia; el habón sanabrés, de Zamora, y el judión de La Granja, en Segovia.

Estos productos están catalogados en el Inventario de Productos Agroalimentarios de Calidad de Castilla y León 1999/2000, realizado al amparo del Convenio de Colaboración firmado por la Consejería de Agricultura y Ganadería de la Junta de Castilla y León y la Universidad de Valladolid. Ninguno de ellos han solicitado protección bajo la figura de calidad por sus escasos volúmenes de producción.